El expresident de la Generalitat, Artur Mas, ha declarado durante 40 minutos y no se ha apartado del guion previsto ni de lo que ya había dicho desde el mismo momento en que se prohibió el 9-N: que él era el responsable de todo.
Mas se ha hecho responsable en todo momento "de haber ideado el proceso participativo y dar las instrucciones al Govern y a todos sus miembros" para sacarlo adelante. El expresident ha explicado que cambian el planteamiento de la consulta cuando llega la prohibición del TC y que el Govern se aparta para dar paso a un proceso participativo que sacan adelante con la ayuda de 42.000 voluntarios.
"Nuestra determinación era tan grande, y nuestro compromiso tan evidente, reiterado, y tan grande era la voluntad de llevar a cabo nuestros objetivos, que finalmente tiramos adelante", ha explicado Artur Mas, mientras desgranaba casi cronológicamente todos los pasos del Govern desde que reciben la notificación del TC. En este sentido, Mas ha relatado cómo ordena sacar adelante la consulta reformulándola, para no desobedecer al TC ni al mandato popular: "Sin renunciar al objetivo, el pueblo de Catalunya tenía que decir la suya", y por eso "se cambió un formato que el TC nos había puesto tanto en cuestión que no hubiéramos podido hacer aquella consulta como nosotros queríamos".
Artur Mas, igual que lo ha hecho después Joana Ortega, ha calificado de "pieza clave e imprescindible" a los voluntarios. "Los voluntarios fueron cogiendo conciencia de lo que se iba a hacer y la Generalitat tomó una serie de decisiones", ha explicado Mas a preguntas de su abogado mientras iba enfatizando la responsabilidad que como president tenía cumplir el mandato por el cual estaba gobernando el país después de convocar unas elecciones donde los partidos soberanistas llevaban en el programa electoral el proceso independentista y la consulta como pistoletazo de salida. "A nadie se le escapa que estábamos tan comprometidos que queríamos que saliera bien. Queríamos canalizar bien un clamor popular", ha dicho Mas.
Mas ha reprochado al Tribunal Constitucional que ni respondiera el recurso de súplica del Govern de la Generalitat pidiendo algunas aclaraciones sobre la suspensión que llegó el 4 de noviembre. Justo al día siguiente la Generalitat pidió aclaraciones y el 9-N todavía no había respuesta.
"Llegó el 9 de noviembre y no habíamos recibido ninguna respuesta del TC, nuestra voluntad era saber qué teníamos que suspender, ante eso no recibimos ningún escrito de respuesta", ha explicado ante el tribunal.
También ha puesto énfasis en que en ningún momento el TC intentó parar la consulta. Y así lo ha preguntado al tribunal: "¿Cómo puede ser que el TC no hiciera nada para hacer cumplir su providencia?".
Mas y el juez
Jesús María Barrientos ha impuesto su autoridad durante la declaración de Artur Mas en dos momentos.
El primero, cuando Mas estaba explicando a quién respondería y a quién no. Ni tan sólo había empezado a declarar, que el juez ya lo estaba aleccionando. Ha estado cuando el expresident ha dicho que sólo respondería a su abogado y al juez. Hecho que ha provocado la respuesta de Barrientos diciendo que el juez no podía preguntar directamente al acusado.
El segundo desencuentro, cuando Mas ha preguntado: "¿Cómo puede ser que el TC no hiciera nada para hacer cumplir su providencia?".
En este punto Barrientos ha tomado protagonismo y, en castellano, le ha dicho: "Usted no puede analizar. Usted vino como acusado. No tiene que pronunciar preguntas. Usted se limita a responder si lo desea".
Tribunal molesto por el retraso
No es la primera vez que un juicio empieza tarde. De hecho, es habitual que los juicios no empiecen a la hora. Sin embargo, lo que no es normal es que eso pase porque el Tribunal esté esperando a los acusados.
Habitualmente la estampa es a la inversa. Acusados, defensas y testigos soportan una larga espera entre pasillos, mientras el tribunal, el juez o el fiscal ultiman los preparativos de la vista.
Mas, Ortega y Rigau han cruzado la puerta del TSJC a las 9.27 h, un minuto más tarde pasaban pels Passos Perduts del Palau de Justícia, hoy acordonado por los Mossos d'Esquadra, muy nerviosos, por la presencia de prensa acreditada y alcaldes con varas y móviles.
Los abogados han entrado bastante antes. De hecho, a las 9 h estaban en su sitio, pero hasta las 9.20 h no han tomado posiciones en los pasillos que llevan a la sala de vistas.
Mas, Ortega y Rigau han entrado en la sala de vistas a las 9.42 h y a las 9.45 h se ha hecho el mudo, las imágenes que los medios de comunicación emitirán de los tres imputados sentados en el banquillo de los acusados, los miembros del tribunal y fiscal y defensas.