Calella (Barcelona) ha sido, las últimas semanas, el campo de batalla entre el Ayuntamiento, con el alcalde Marc Buch al frente, y el departamento de Interior, con el conseller Joan Ignasi Elena al otro lado. Los multirreincidentes que los últimos meses han puesto patas arriba el municipio, y la necesidad de endurecer las leyes para evitar que estos expertos en acumular antecedentes, ha centrado un debate que en el fondo parece poner de acuerdo Buch y Elena, pero las dos partes esgrimen que han fallado las formas del otro. El alcalde hizo un acto con varios alcaldes del Maresme para pedir medidas más contundentes contra la multirreincidencia y contra la inmigración ilegal, un posicionamiento que recibió también el apoyo por parte de Junts a escala nacional con declaraciones del secretario general Jordi Turull. Elena, en la línea de su discurso que quiere evitar mezclar delincuencia con inmigración, criticó el posicionamiento de los de Carles Puigdemont. Hoy se ha querido evidenciar un alto el fuego para conjurarse para trabajar políticamente, como ya hacen operativamente los Mossos y la Policía Local, para revertir unos datos de delitos que no son buenos en Calella.

Junta Local de Seguridad para acercar posiciones

Hoy, en Calella, en el edificio de l'Ajuntament Vell, los dos políticos han podido escenificar un acuerdo de paz en el marco de la Junta Local de Seguridad de Calella y ante los representantes de los mandos policiales, de la Policía Local y de los Mossos d'Esquadra -con el comisario Sergi Pla, jefe de la región, al frente-, y también de la Guardia Civil, la Policía Nacional, Agents Rurale y los Bombers, además de los representantes municipales. La reunión ha sido eléctrica, han explicado fuentes de las dos partes. Había arrancado antes del inicio de la reunión, con un encuentro en el despacho del alcalde, que Elena ha reprochado a Buch que hubiera puesto sobre la mesa un debate, el de la seguridad, en unos términos que para el conseller, no enfocaban correctamente el problema.

Durante la Junta Local de Seguridad, ahora cada uno con sus datos, el alcalde y el conseller también ha evidenciado dos puntos de vista muy diferentes sobre la seguridad y, cuando se ha acabado la reunión, después de un intento de finta por parte del equipo de Interior, finalmente los dos han compartido rueda de prensa para dar explicaciones a los medios de comunicación del encuentro. "La reunión ha ido bien", ha asegurado el conseller Elena. No lo ha desmentido el alcalde Buch. Las acusaciones de "deslealtad" hacia el alcalde o las quejas del Ayuntamiento por la no respuesta de Interior cuando ellos, en verano, alertaron del problema de los multirreincidentes, hoy por hoy, quedan enterradas, confirman también fuentes de los dos equipos. El tiempo dirá. "Mossos y Policía Local trabajan, a pie de calle, muy bien", aseguraban. "El objetivo es que eso no se pierda", apuntaban también desde Interior.

Más Mossos

El alcalde sí que ha asegurado que el incremento de patrullaje policial las últimas semanas, desde que activaron el plan de choque, ha dado una mayor sensación de seguridad al municipio y también ha permitido que los agentes de Seguridad Ciudadana de la comisaría de la zona pudieran trabajar con menos presión y conseguir, también por la presión social, que la Fiscalía hiciera la petición de prisión provisional de los multirreincidentes que iban siendo detenidos, un elemento clave y necesario para hacer que los jueces, después, ordenen esta medida cautelar. Ocho de los once ladrones originarios del Norte de África con decenas de antecedentes -un 35% de los detenidos el año 2023 tienen entre 18 y 25 años y más de un 47% son de nacionalidad marroquí- que se habían instalado en Calella, hoy por hoy, están en la prisión. "Saldrán más pronto que tarde", ha alertado al alcalde, de que ha asegurado que hacen falta cambios legales para ser más contundentes contra aquellos que van sumando detenciones policiales y antecedentes.

El conseller Elena y el alcalde Buch, durante la rueda de prensa de hoy en Calella / Cedida

El conseller ha explicado que la idea del departamento es dotar las comisarías del Maresme de más agentes y que la próxima promoción que ha arrancado el curso en el Instituto de Seguridad Pública de Catalunya servirá, en esta comarca y otros del país, para reforzar la presencia de agentes en el territorio. Elena ha sacado pecho y ha asegurado que durante esta legislatura se han creado 2.500 nuevas plazas de Mossos d'Esquadra. El conseller no ha querido dar a un número exacto de agentes que serán destinados al Maresme, pero sí que ha asegurado que serán los que, porcentualmente, correspondan por población. En Calella, al mismo tiempo, lo han explicado los dos políticos, el incremento de población durante varios meses del año, durante la campaña de verano, que llega a las 35.000 personas, también desbaratan los datos y las estadísticas.

En cambio, el alcalde de Calella ha lamentado que no puedan ampliar la plantilla de agentes de la Policía Local, si bien es la policía municipal quien casi hace el 60% de detenciones al municipio. Hace bastantes años que la plantilla no se ha podido modificar con nuevos agentes por la ley de control presupuestario municipal, que prohíbe crear más plazas, y para poder dar cobertura a todo el municipio, ha asegurado Buch, se tiene que hacer un esfuerzo presupuestario con horas extras.

El director general de los Mossos, Pere Ferrer, con el alcalde de Calella, Marc Buch / GRS

Se mantendrá el plan de choque

Este incremento de patrullaje, que las dos partes creen que ha funcionado, seguirá en marcha durante más días, después de este incremento de delitos registrados en Calella. Sin embargo, el conseller ha asegurado que este refuerzo, que se hace con equipos del ARRO y de la BRIMO, asumiendo tareas de seguridad ciudadana, se mantendrá siempre que los mandos de los Mossos lo crean oportuno.