El Departament de Justícia busca a los familiares de las 20.000 personas que se estima que se encuentran enterradas en fosas comunes en Catalunya. Justícia ha puesto en marcha este miércoles la campaña Cerrar el luto (Tancar el dol en catalán), a fin de que las familias que sufrieron una desaparición durante el conflicto o la dictadura se inscriban en el Censo para buscar información sobre el familiar y participen en el Programa de identificación genética para recuperar los despojos gracias al ADN que hayan facilitado. La consellera Lourdes Ciuró ha compartido en su cuenta de Twitter un vídeo de la campaña, que dice que "refuerza el compromiso de la Generalitat con las víctimas" del franquismo.
Cerrar el luto
Tanto la inscripción al Censo como la participación en el Programa de identificación genética es gratuita. Implica la donación de una muestra de ADN de la familia para poder buscar al desaparecido entre los restos de personas que se recuperan en las aperturas de fosa o las recogidas de restos en superficie. Tal como ha indicado el mismo Departamento, la principal preocupación es el hecho de que solo unos 6.300 de los 20.000 desaparecidos han estado inscritas en el Censo, y los restos de 18 personas han podido ser devueltos a los parientes. En su tuit, la consellera Ciuró ha asegurado que la campaña "da cumplimiento al principio de reparación de las víctimas junto con los principios de verdad, justicia y el deber a la memoria como garantía de no repetición".
Concienciación
En el marco de esta campaña, se enviarán dípticos y carteles en los diferentes espacios de memoria que tiene la Generalitat por todo el territorio catalán y, paralelamente, se promoverán anuncios en la prensa escrita, digital, en la radio, en la televisión y en las redes sociales que se difundirán con la etiqueta '#tancareldol'. Con la voluntad de concienciar el máximo número de personas posible, el epicentro de la campaña sigue la historia real de la familia de Josep Sans Cabot, miembro del ejército republicano muerto en el frente del Ebro el año 1938, cuyos restos se localizaron en Corbera d'Ebre (Terra Alta). Hoy, la hija de Josep, Rosa, y su nieta, la Lurdes, son las protagonistas de la campaña 'Cerrar el luto'. La familia de Josep lo inscribió en el Censo de personas desaparecidas el 24 de octubre de 2010, y su hija Rosa se adhirió al Programa de identificación genética en enero de 2017, hecho que ha permitido la identificación positiva. Actualmente, hay 6.367 personas inscritas en el Censo de personas desaparecidas y se han podido enviar 3.794 respuestas a familiares con información sobre la persona en cuestión.