La Audiencia Nacional ha resuelto que el periodista Carlos Herrera usó "un entramado empresarial" para dejar de pagar 2,1 millones a Hacienda. El tribunal, en una resolución avanzada por El Confidencial este miércoles, confirma que el director del matinal de la COPE usó hasta cuatro empresas para canalizar sus ingresos entre 2006 y 2007, cuando dirigía un programa en Onda Cero, con la finalidad de pagar por el impuesto de sociedades y así evitar abonar por los tipos más altos del IRPF a la Agencia Tributaria. Esta resolución de la Audiencia Nacional no es firme y el locutor puede presentar recurso al Tribunal Supremo.
Precisamente, el Tribunal Supremo ya resolvió que las empresas usadas por Carlos Herrera no realizaban una correcta tributación, y validó la tesis de la Agencia Tributaria. Y, ahora, la Audiencia Nacional lo aplica a las declaraciones fiscales personales del periodista, sobre la misma inspección tributaria. Así, ya son dos tribunales de lo contencioso-administrativo que han rechazado los recursos de Carlos Herrera en sus litigios contra Hacienda.
Canalización de empresas
En concreto, la Audiencia Nacional explica que el Tribunal Supremo ya estableció en 2023 que Carlos Herrera usaba cuatro sociedades distintas para canalizar ingresos. Añade que estos ingresos básicamente eran fruto del trabajo "personal" que solo podía realizar el periodista y en el cual nada aportaban sus empresas. Las sociedades solo servían pagar menos impuestos, reiteran ahora los magistrados para confirmar el razonamiento de la Hacienda pública.
En concreto, en el año 2006 las empresas pagaron a Herrera 394.000 euros, y en 2007 esta cantidad llegó a los 402.000 euros, pero el valor real de su trabajo era mucho mayor, según Hacienda y los magistrados: más de 2 millones el primer año y 1,7 millones el segundo. Todo el dinero circuló entre sus empresas y tributó por los tipos más bajos del impuesto de sociedades.
Aparte de los litigios con Hacienda, Carlos Herrera fue noticia hace un año cuando anunció que sería uno de los candidatos a presidir la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en sustitución de Luis Rubiales, forzado a dimitir por la denuncia, y posterior condena, por el beso no consentido a Jenni Hermoso.
Al final, fue elegido presidente de la Federación de Futbol Rafael Louzán, quien finalmente ha podido continuar liderando la RFEF, después de que el Tribunal Supremo lo absolviera de la condena de prevaricación cuando era el presidente de la Diputación de Pontevedra por el PP.