La consellera de Justicia, Derechos y Memoria, Gemma Ubasart, ha anunciado que el Govern ha aprobado la contratación de un total de 111 profesionales especializados, que a partir de marzo de 2024 se incorporarán a las prisiones catalanas, en dos equipos de tratamiento y de vigilancia, para intentar reducir el número de suicidios en los centros, así como también el nivel de conflictividad, que provoca agresiones entre internos y a funcionarios. "Es un programa para mejorar la ejecución penal catalana, que sea humanista y garantista; es un modelo propio desde que la Generalitat, en diciembre hará 40 años, obtuvo el traspaso de las competencias de Justicia," ha declarado Ubasart, este martes por la tarde, acompañada del secretario de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima, Amand Calderó. La consellera ha destacado que este programa, que tiene un presupuesto de 18 millones de euros en tres años, quiera dar respuesta al aumento del número de suicidios y de conflictos, que constataron al asumir hace un año el departament, y después de hacer un análisis ahora se refuerzan los centros "para trabajar las causas y no las consecuencias de estas acciones", en palabras de Calderó.
Actualmente, hay 8.007 personas en las prisiones catalanas, de las cuales 174 (132 por inadaptación y 42 por peligrosidad) en el departamento de régimen cerrado (Dert) el más estricto, según los datos semanales de los Servicios Penitenciarios. Estas personas son uno de los primeros grupos que tendrán el refuerzo de estos especialistas, según ha detallado Calderó, que también ha insistido que los problemas de salud mental se han agravado entre los reclusos, además de cambiar su perfil, como por ejemplo no tener apoyo familiar.
Los dos equipos, de tratamiento y régimen interior, se coordinarán y habrá unidades en las 9 prisiones catalanas. Se incorporarán: 18 profesionales de la psicología, 19 educadores sociales, 8 jefes de unidad, 32 técnicos especialistas de vigilancia y 32 técnicos especialistas de prestaciones.
La consellera Ubasart ha detallado que con este programa también se quiere reforzar uno de los pilares de la ejecución penal catalana: "Priorizar el medio abierto porque la entrada en la prisión tiene que ser el último recurso."
Cinco suicidios en el 2023
Con respecto a los datos sanitarios, se ha informado de que este año, hasta septiembre, se han suicidado 5 personas (tres en los centros penitenciarios y 2 fuera). Una cifra que, por ahora, se aparta de los 14 suicidios registrados el año pasado, que encendieron las alarmas porque en pandemia se elevaron a 11 casos, en el 2020 y en el 2021, cuando la media era de 9 al año. Calderó ha asegurado que "las prisiones son un reflejo de lo pasa a la sociedad (el año pasado se superaron los 600 suicidios)", y aunque el índice de suicidios era más alto en las prisiones, la covid-19, rompió todas las estadísticas. "Solo un suicidio en la prisión ya es un fracaso", ha afirmado Calderón, que también ha recordado que Justicia trabaja de forma coordinada con el departament de Salud, y que se había implantado un programa de prevención de suicidios, sin embargo, los efectos de la pandemia, con el aislamiento social obligado, desmontó todas las previsiones.
Unas 40 agresiones graves
Las estadísticas penitenciarias también detallan que cada mes se registran unas 300 incidencias en los centros penitenciarios catalanes, que pueden ser agresiones graves y leves entre internos o a funcionarios. La plantilla actual de los centros catalanes es de 5.691 profesionales de los departamentos de educación, sanidad e interior o seguridad. El responsable de prisiones ha detallado que el año pasado hubo unas 300 agresiones leves a funcionarios y unas 40 graves, que implican una baja laboral.