El Departamento de Justicia ha anunciado que se ha publicado la licitación para la construcción del nuevo centro abierto de la Zona Franca de Barcelona, donde destinará 36,6 millones de euros. La nueva prisión podrá acoger a unas 800 personas en semilibertad. Es decir, que solo van a dormir, al estar al final de su condena. Y el objetivo marcado es que entre en funcionamiento en el  año 2025. En otros terrenos de la Zona Franca también está proyectada la construcción de la nueva prisión de mujeres, prevista para el 2027 y que permitirá cerrar la actual y bastante antigua prisión de mujeres de Wad-Ras.

Las nuevas instalaciones para internos en régimen abierto ocuparán un solar de 6.500 metros cuadrados, delimitados por la esquina de la calle A con la calle 1 de la Zona Franca. El centro servirá para cerrar definitivamente la antigua prisión Trinitat Vella de Barcelona, que ahora acoge penados en tercer grado, y que irán al nuevo centro de la Zona Franca, como también los reclusos de la unidad abierta de hombres que ahora funciona en el edificio de la prisión de Mujeres de Barcelona (Wad-Ras).

Justicia informa que las 800 plazas previstas en el nuevo centro cubrirán las 603 que suman la Trinitat y la Unidad Abierta de Hombres de Wad-Ras, y añadirán cerca de 200 plazas más para el cumplimiento de penas en contacto progresivo con la sociedad, que es lo que ofrece más posibilidades de reinserción, hito que mantiene el equipo de la consellera de Justicia, Lourdes Ciuró (Junts).

Propuestas hasta el 31 de enero

La sociedad pública Infraestrutures.cat se encargará de adjudicar la nueva construcción de la prisión de la Zona Franca. En el anuncio de la licitación se detalla que las ofertas se podrán presentar hasta el 31 de enero próximo. En concreto, hay dos lotes: El primero fija la obra civil y arquitectura del nuevo centro penitenciario, con un presupuesto de 23,3 millones. El segundo lote incluye las instalaciones, con un presupuesto de 13,3 millones de euros. La duración del contrato es de dos años y cinco meses.

Foto: Recreación del futuro Centro Abierto de la Zona Franca /D.J,

La prisión de la Trinitat se inauguró en 1963 como prisión de mujeres, y tres décadas después se convirtió en centro penitenciario de jóvenes. Al principio del 2008, fue reconvertida de nuevo como centro para internos que durante el día trabajan en el exterior, y que tienen la obligación de ir a dormir entre semana y hacer tratamiento bajo la tutela de los profesionales del centro. La construcción del Centro Abierto de la Zona Franca permitirá que en los terrenos liberados por el cierre de la Trinitat por parte de la Generalitat, se puedan construir viviendas de protección oficial, equipamientos y zonas verdes. Hace unas semanas el Govern aprobó el acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona que permite la operación,   esperada durante años por los vecinos.

Foto: Solar de la Zona Franca donde se construirá el nuevo centro penitenciario / D.J.

El tercer grado reduce la reincidencia

El Departamento de Justicia explica que el diseño del futuro equipamiento "será más adecuado para la tarea de reinserción" de los reclusos. Los estudios -añade- demuestran que el hecho de llegar al final de la condena de prisión en contacto progresivo con la sociedad aumenta las posibilidades de reinserción. La tasa de las personas que vuelven a delinquir es menor (18,1% de reincidencia) cuando los internos llegan a la libertad definitiva cumpliendo condena en régimen abierto que cuando son excarcelados directamente desde el régimen ordinario (34% de reincidencia).

 

Foto principal: Recreación del espacio interior de la nueva prisión de la Zona Franca / D. Justicia