Respuesta. El director general de Afers Penitenciaris, Cèsar Galván, se ha mostrado "sorprendido" por la intervención de ayer del Síndic de Greuges, Rafael Ribó, que pidió al Govern que paralize la nueva circular de contenciones mecánicas en las prisiones catalanas que ha entrado en vigor hoy, 1 de abril. La circular 1/2022, aprueba un protocolo de aplicación de los medios coercitivos de aislamiento provisional y de contención mecánica en los centros penitenciarios de Catalunya, que persigue la contención cero, pero anula la circular 2/ 2021, aprobada por la anterior dirección del departamento, que contenía medidas consensuadas con entidades de derechos humanos. Galván ha declarado a ElNacional.cat que los datos ofrecidos por el Síndic "no son actuales", ya que recogen casos del 2019 y 2020, y ha asegurado que "actualmente más del 70% de las contenciones mecánicas que se realizan en las prisiones duran menos de tres horas". Ha añadido que la nueva circular estará en "constante" revisión, y que de forma "inminente" se creará el comité de seguimiento para aplicar la circular, de la cual -indica- se fijó su entrada en vigor unos meses más tarde para que todo el personal de los centros recibiera la formación. Galván ha insistido en que siguen les recomendaciones de la guía del Mecanismo Catalán para la Prevención de la Tortura y de otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes (MCPT) para "garantizar los derechos de todo el mundo".
En su informe, El Síndic de Greuges asegura que en la actualidad en las prisiones catalanas "hay un exceso de inmovilizaciones", que estas duran en "exceso", como toda la noche, y "se comunican demasiado tarde a la autoridad judicial". El Departament de Justicia no tiene actualizado el número de contenciones mecánicas realizadas en los centros penitenciarios catalanes el año pasado, pero Galván ha asegurado que son de poca duración, además de indicar que en los últimos meses se habían registrado más autolesiones y agresiones a funcionarios. El director general detalla que la nueva circular fija que atar a la persona sea "la última ratio", y que primero se use la contención verbal. No obstante, precisa que cuando se tiene que hacer, la persona es supervisada por personal médico al principio y al final y cada dos horas. También niega que no se tenga en cuenta la perspectiva de género porque "se tiene en cuenta la situación de cada persona sea quien sea". Actualmente, en las prisiones catalanas hay 7.706 personas, 501 mujeres. Del total, 180 están en régimen cerrado por su peligrosidad o comportamiento no adaptado.
Acolchada
Otra polémica abierta es sobre la celda acolchada, que la circular 2/2021, hacía extensiva a todo el sistema después de una prueba piloto. La consellera de Justicia, Lourdes Ciuró (Junts), ya anunció el miércoles que reanudaba la propuesta de hacer una celda acolchada, después de encontrar una empresa en Lleida, que la pueda adaptar. En este sentido, Galván ha adelantado que "ya hay operarios adaptándola en la prisión Brians 2". Galván ha indicado que ahora con esta celda se tendrá que comprobar su eficacia y viabilidad.
Con respecto a la recomendación del Síndic que todas las contenciones sean realizadas por personal sanitario, Galván ha aclarado que en las unidades psiquiátricas de los penales, que son gestionadas por personal del Hospital de Sant Joan de Déu, ya son realizadas por personal médico, y en el resto de casos -sostiene- es que personal de Salud pide al personal de régimen interior su apoyo para hacer las contenciones porque no tienen formación. Entidades de derechos humanos pidieron a Justicia no retroceder en el control de las contenciones. El director general de Afers Penitenciaris ha insistido que la nueva norma "respeta los derechos de todo el mundo y está abierta a cambios".