La Conferencia de las Naciones Unidas por el Cambio Climático es a pocos días de acabar y, a estas alturas, ya se ha publicado un borrador del acuerdo final que indica que los compromisos climáticos para el 2030 tendrán que esperar al próximo encuentro.
El borrador muestra, un acuerdo que reconoce que los países tendrán que aumentar sus compromisos climáticos para el 2023, pero sin establecer cuál será la hoja de ruta a seguir con respecto a la reducción de emisiones y limitar el calentamiento global a 1,5 grados por término medio.
Críticas de las ONG
Claramente, las ONG no están satisfechas con esta falta de concreción. Critican, pues, que el compromiso se base "en la buena voluntad" y el texto "invite" y "anime", pero no se haga referencia a la "urgencia real que la ciencia apunta" ni a "la responsabilidad histórica diferenciada de los diferentes países". Creen que, si se sigue en esta línea, "se estarán alejando del concepto de equidad y derechos humanos".
"Una patada"
Por su parte, Greenpeace reclama un texto "mucho más sólido" en materia de financiación y adaptación con "cifras reales" y un plan de ejecución. Critica que, mientras el borrador pide una eliminación acelerada de las subvenciones fósiles y del carbón, Arabia Saudí y Australia "trabajan para sabotear esta parte antes del final de la conferencia".
Así, exige a los ministros que en los próximos tres días Glasgow no den "una patada al clima una vez más". La directora ejecutiva de Greenpeace International, Jennifer Morgan, advierte que este texto "no es un plan para resolver la crisis climática" sino un acuerdo para cruzar los dedos y que salga tan bien como sea posible.
Demandas en Ribera
En el ámbito español, la delegada de Ecologistas en Acción en Glasgow Irene Rubiera, advierte que si este borrador de acuerdo se convierte en el resultado final de la cumbre "la comunidad internacional habrá perdido otra vez la oportunidad de tomar medidas que cumplan con las indicaciones científicas, en un momento clave de la lucha contra la emergencia climática."
Por eso, instan a la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que se encuentra en la COP26, a que facilite las negociaciones de adaptación para garantizar un programa de acción "claro" que provea a corto plazo de una hoja de ruta y una financiación clara y suficiente.
Combustibles fósiles
Por otra parte, aunque, por primera vez, se reclama urgencia para acelerar la eliminación de las subvenciones en el carbón y los combustibles fósiles, el texto publicado, de momento, no incluye ninguna fecha para aumentar la financiación de la adaptación. Se queda a la espera de que pueda ser incluido en los próximos borradores.