La Universidad de Lleida l+estudia llevar a la Fiscalia a todos aquellos alumnos que detecte que hayan realizado fraudes en los exámenes virtuales de los últimos meses. La crisis del coronavirus ha obligado a reducir la presencialidad a las aulas y la mayoría de pruebas se han tenido que hacer a distancia. Eso  ha desencadenado multitud de trampas entre los alumnos, que van desde la suplantación de la identidad a los exámenes hasta hacerlos en grupo o con ayuda.

Ante estos hechos, la UdL ha sido tajante y ha asegurado que investigará a fondo los posibles fraudes y ha alertado que se trata de prácticas fraudulentas de que, en algunos casos, pueden ser sancionadas penalmente. "Se trata de hechos muchos graves. Tenemos constancia de casos en que se ha pagado para suplantar la identidad", ha explicado Estanislau Fons, coordinador de Comunicación, Difusión y Prensa de la UdL en TV3.

Por todo eso, ahora, la Universidad estudiará los casos y planeará llevarlos ante de la Fiscalía si se dispone de pruebas suficientes.

El caso de la URV

El debate sobre la presencialidad ante la crisis de la Covid ha afectado a todas las universidades catalanas. Si bien las clases han estado en formato en línea en la mayoría de los casos, los centros combinan el formato presencial y en línea en los exámenes, un hecho que no ha gustado a los estudiantes, que critican el riesgo sanitario que provocan las pruebas. Se trata de una decisión que puede tomar cada facultad.

La Universidad Rovira y Virgilio (URV) combina los exámenes virtuales y presenciales con el fin de reducir la movilidad a los campus y cumplir así con los protocolos para combatir la Covid-19. Cada enseñanza ha adaptado la proporción en función de sus características con el fin de "garantizar la calidad", ha apuntado a la institución.

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Imagen: ACN

La dualidad del sistema, así como la convocatoria escalonada de los estudiantes a las pruebas, ha permitido minimizar la cantidad de personas que se pueden encontrar simultáneamente en los campus y garantizar la seguridad sanitaria de la comunidad universitaria. Aunque el Procicat ha ratificado que los estudiantes universitarios pueden hacer todas las pruebas presenciales, la rectora, María José Figueras, recomendó a la comunidad docente que, cuando fuera posible, los exámenes se hicieran de forma virtual.

La URV ha destacado que en todos los exámenes presenciales se ha respetado el límite de ocupación del aula del 30%, la ventilación del espacio y la distancia de seguridad entre estudiantes en sus asientos, así como la obligatoriedad de llevar mascarilla, de desinfección de las manos y de quedarse en silencio para minimizar la difusión de aerosoles. En la facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, que ha mantenido todos los exámenes de grado de forma presenciales, se tiene que llevar obligatoriamente mascarilla quirúrgica o FPP2. Además, los códigos QR que utiliza la universidad para saber quién hay dentro de cada aula sin tener que pasar lista se han colocado en los asientos para evitar aglomeraciones en las puertas.

Los estudiantes que se han visto afectados por la Covid-19 y situaciones de confinamiento han podido posponer su evaluación a las fechas de la segunda convocatoria, pero sin perder el derecho a las dos convocatorias.