Salieron de las respectivas prisiones de Pamplona y Alcalá Meco porque la Audiencia de Navarra consideraba que no había riesgo de fuga, pero, al cuarto día de salir de prisión, el guardia civil de La Manada, Antonio Manuel Guerrero, ya ha intentado renovar su pasaporte.
La cosa, sin embargo, no le ha salido bien y cuando estaba intentando obtenerlo, lo han pillado porque su petición fue rechazada al tener prohibida la salida del territorio español. Así lo ha anunciado la Policía Nacional española a través de Twitter, donde han recordado que está en vigencia la prohibición de salida del territorio español. De hecho, están obligados a comparecer ante el juzgado de guardia de Sevilla cada lunes, miércoles y viernes.
Pillado uno de los miembros de #LaManada cuando intentaba obtener un pasaporte... teniendo en vigor una prohibición de salida del territorio español por un Juzgado.#AsíNO pic.twitter.com/0LufjLXzt1
— Policía Nacional (@policia) 28 de junio de 2018
Guerrero se presentó el lunes a las 11.30 horas en la comisaría y con cita previa, pero la jefa del equipo de expedición le advirtió que no podía renovarse el pasaporte y avisó directamente a sus superiores. De hecho, una hora más tarde se presentó en los juzgados de guardia de Sevilla para cumplir con las medidas cautelares.
Ahora bien, según la justicia, no había ningún tipo de peligro que los miembros de La Manada salieran del Estado español, pero, por lo visto, el guardia civil necesitaba el pasaporte por alguna razón y podría ser que tuviera alguna intención de fugarse.
Y es que el auto sostiene que "como no se cuestionó durante todo el procedimiento el arraigo familiar y social de todos los condenados, no se puede ahora, por razón que haya recaído sentencia condenatoria, negársele; como tampoco se puede seguir invocando el riesgo de fuga como un riesgo genérico y no concreto que las partes acusadoras no han intentado cuando menos reseñar, sin que de las alegaciones que sobre este particular han expuesto pueda inferirse racionalmente este riesgo de fuga".
Justamente en este sentido, el escrito pone de relieve que, "hasta estando siempre latente" este riesgo, "no se puede inferir en este caso como una posibilidad real y concreta, y que, en todo caso, puede conjurarse más que razonablemente con otras medidas cautelares menos costosas para la libertad".
Ahora, sin embargo, habrá que ver qué pasa.