El presidente del tribunal, Félix Alonso Guevara, ha rechazado la petición de las defensas para que se cite como testigo en el juicio del 17-A al excomisario de la Policía Nacional José Manuel Villarejo, actualmente en prisión preventiva.
Villarejo declaró como acusado el viernes en el juicio por calumnias y denuncia falsa al exjefe del CNI Félix Sanz Roldán, y dijo que una fuente lo avisó del riesgo de atentado en Barcelona. Guevara ha dicho que "lo que diga este señor o cualquier otro señor no afecta al juicio".
La reanudación del juicio este lunes ha venido marcada, justamente, por esta declaración sorpresiva de Villarejo que incentivó una de las hipótesis que desde el primer día planea sobre el caso: la información del CNI que no se facilitó a los Mossos y las posibles vinculaciones entre el imán y los servicios secretos.
La declaración de los peritos
Después de las vacaciones de Navidad y el temporal Filomena, hoy el juicio se ha reanudado con la declaración de los peritos.
Los investigadores de los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional creen que los dos principales acusados en el juicio por los atentados del 17 de agosto, Driss Oukabir y Mohamed Houli, formaban parte de la célula yihadista y conocían los planes terroristas del grupo de Ripoll. Según han explicado este lunes dos mossos de esquadra y un inspector jefe de la Policía Nacional, el análisis de conversaciones, investigaciones en internet y otras pruebas documentales encontradas, le permiten concluir que tanto Houli como Oukabir participaron en los preparativos de los atentados. En concreto, Oukabir habría tenido un papel importante en la logística del grupo con respecto al alquiler de vehículos, investigaciones de objetivos y armas, dinero o teléfonos, y también se habría autoadoctrinado.
El primero en declarar ha sido un perito de la Policía Nacional que coordinó un informe sobre dispositivos electrónicos y redes sociales de los sospechosos. También han declarado dos mossos de esquadra que hicieron los informes de inteligencia sobre la célula.
Un perito de los Mossos d'Esquadra ha afirmado que Houli y Oukabir "serían miembros integrantes de la célula". Mohamed Houli se habría adscrito a partir del 26 de mayo de 2017 -a partir del Ramadán-, cuando los miembros de más edad del grupo explican a los más jóvenes sus intenciones de atentar. "Houli participó activamente en la gestación de los atentados", afirman los Mossos. Según los investigadores, la primera acción logística de Houli fue el 11 de julio con la compra de una tarjeta telefónica "conspirativa" que se encontró en un dispositivo móvil en Alcanar. También participó en la compra de material explosivo y en la venta de joyas robadas para financiar los atentados.
Con respecto a Driss Oukabir, la policía catalana estima que se integra a mediados de 2017, pero a partir de febrero de 2017 "ya estaba autoadocrinando para integrarse" en la célula yihadista. También atribuyen una "participación activa" al segundo principal acusado con la adquisición, reparación o preparación de tres teléfonos en el viaje al Marruecos a principios de agosto y el alquiler de la furgoneta que utilizó Younes Abouyaaqoub para atentar en la Rambla.
Así, por ejemplo, se interceptaron varias conversaciones por mensajería entre Driss y su hermano Moussa Oukabir, cuando el primero estaba en Marruecos a principios de agosto del 2017. Parecía que hablaran con lenguaje codificado, porque no utilizaban según qué palabras. En las conversaciones Driss hacía bastantes referencias a las plegarias musulmanas diarias y también hablaron de tres teléfonos móviles que había comprado o arreglado. El acusado también mencionó a su hermano que no tenía ganas de retornar a Catalunya, a el país de los 'kafirs' o infieles "de mierda". Según la policía, Driss Oukabir fue a Marruecos a despedirse de sus familiares antes de los atentados y para un ritual de curación espiritual.
En varios momentos de estas conversaciones decía: "Ya os lo explicaré cuando vuelva". Eso, según la policía, significa que no quería comentar algunos detalles por teléfono y que su interlocutor no sólo era su hermano, sino que podía ser el resto de la célula. También hablaron sobre una importante cantidad de dinero, unos 1.000 euros, que eran de varias personas, y se los gastó todos.
Aunque Driss perdió el avión de vuelta el día 13, hizo comprar un billete a su familia para el día siguiente. El día 16, su hermano Moussa también acababa de volver de Francia de viaje, y le dijo a su hermano Driss que se pusiera "las pilas".
Una vez explotada la casa de Alcanar, la noche del 16 de agosto, Driss mostró dudas sobre su participación, pero los investigadores entienden que sabía qué podía haber pasado en Alcanar y qué se estaba preparando de forma inminente. De hecho, incluso amenazó con confesarlo todo a los Mossos d'Esquadra: "Yo no he hecho nada y no pienso ir a prisión".