El pasado 24 de octubre la Unión Europea (UE) aprobó una resolución donde denunciaba la violación sistémica de los derechos humanos que lleva a cabo el gobierno de Azerbaiyán. A la denuncia de la UE se suma las de varias ONG como Amnistía Internacional o Human Rights Watch. Incluso con esta imagen internacional, Azerbaiyán acogerá la próxima Cumbre del Clima (COP29). De hecho, según recuerda el Financial Times en un editorial muy crítico, este es el tercer año consecutivo que un país "autoritario con un historial de derechos humanos dudoso" es el anfitrión de la conferencia más importante para la lucha contra la crisis climática. El gobierno dirigido por Ilham Aliyev planea utilizar la COP29 para blanquear su imagen y definirse en la esfera internacional como un "actor de paz".
El Alto Karabaj, represión a los opositores y gran exportador de petróleo
Antes de saber cómo planea blanquear su imagen, hay que saber, ¿por qué el gobierno necesita hacerlo? El Ejecutivo Aliyev se ha marcado por sus formas autoritarias, posturas poco democráticas y represión de la disidencia. Sin embargo, y por lo que es más tristemente célebre es por la ocupación militar de la zona de Armenia conocida como el Alto Karabaj. La COP tendrá lugar solo 14 meses después de que las tropas azerbaiyanas ocuparan este territorio, lo que era un enclave armenio en sus fronteras, que antes formaba parte de la Armenia soviética.
La ocupación de esta zona fue acompañada de una violencia desatada contra la población armenia de la región, la cual fue desplazada. Es por eso que algunos gobiernos y organizaciones internacionales denuncian que el gobierno Aliyev ha perpetrado una limpieza étnica contra los armenios en el Alto Karabaj. Según recuerda The Washington Post en otro editorial crítico con el anfitrión de la COP29, al menos 23 figuras políticas armenias destacadas continúan en la prisión en Azerbaiyán, incluido Ruben Vardanyan, un multimillonario armenio ruso que ocupaba un cargo gubernamental en Alto Karabaj antes del ataque.
No solo los políticos armenios están al punto de mira del Ejecutivo azerbaiyano. Ali Karimli, líder de la oposición, denuncia en un artículo de The Economist que el gobierno de Aliyev quiere utilizar la COP para blanquearse y recuerda que el 90% de las exportaciones del país son gas y petróleo. "Los graves problemas ambientales del país nunca han sido una prioridad para el régimen. Entonces, ¿por qué el deseo repentino de acoger este acontecimiento mundial? Sencillamente, el señor Aliyev está interesado en blanquear su reputación, que se ha visto manchada por dos décadas de gobierno autoritario, una corrupción flagrante (expuesta repetidamente gracias al trabajo diligente de valientes periodistas de investigación y WikiLeaks y los Papeles de Panamá), y un desprecio hacia el ser humano, los derechos y libertades políticas de los ciudadanos de Azerbaiyán", sentencia.
La COP como herramienta para el ecoblanqueo
¿Cómo se pretende utilizar los focos mediáticos que significa la COP para blanquear Azerbaiyán? Pues se quiere erigir en un actor internacional de paz. El país es vecino de algunos de los conflictos más graves que hay en el mundo actualmente: la invasión rusa de Ucrania y el conflicto israelí en Gaza y el Líbano. En este contexto, se espera que la cumbre del clima esté marcada por la tensión y es aquí donde Aliyev pretende brillar. En un borrador de resolución presentada por Azerbaiyán y filtra The Guardian recoge: "(la COP29) es una oportunidad única para superar las divisiones y encontrar caminos hacia una paz duradera. Los conflictos aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero y asolan el medio ambiente, contaminando el suelo, el agua y el aire. La devastación de los ecosistemas y la contaminación causada por los conflictos empeoran el cambio climático y socavan nuestros esfuerzos por salvaguardar el planeta".
Tener una buena reputación como abogado de la paz internacionalmente no es todo lo que Azerbaiyán quiere sacar de la Cumbre. Se espera que los próximos años, la producción y exportación de combustibles fósiles del país aumente, cosa que no es demasiado compatible con los principales objetivos de la lucha contra la crisis climática. Delante de las críticas recibidas por esta disonancia, el gobierno de Aliyev ha puesto en marcha una campaña de blanqueo por las redes previa a la cumbre. Eso lo destapa The Guardian, que esta semana ha publicado que Azerbaiyán ha creado decenas de cuentas falsas que hablan favorablemente sobre la COP29 y su anfitrión. Como recuerda el diario británico, esta estrategia también la llevaron a cabo los Emiratos Árabes (EAU) cuando el año pasado acogieron la COP28, entre muchísimas críticas.