El apagón general de este lunes en Catalunya y todo el Estado despertó la creatividad de mucha gente para comunicarse y para pasar las horas en casa o en la calle. Una de las grandes lecciones del apagón, que ha dejado algunas zonas sin electricidad desde las 12.30 del lunes hasta la mañana de este martes, es la necesidad de intentar no ser tan dependiente de la electricidad. Hay cuestiones muy sencillas de resolver, como tener en casa una radio —la mejor compañía durante las últimas horas—, una linterna con pilas o una gran cantidad de velas. Algo más que tendríamos que tener en casa para hacer frente a otro posible apagón o un ciberataque es un botiquín con medicamentos, reservas de agua y de comer, pilas, cargadores de baterías, copias de los documentos personales más importantes, la tarjeta de crédito y, muy importante, dinero en efectivo.

🔴 Apagada eléctrica en Catalunya y el Estado, DIRECTO | ¿Qué pasa?

Las recomendaciones de los servicios de emergencia son evitar los desplazamientos innecesarios, almacenar velas, desconectar los aparatos eléctricos, y en caso de recuperar la electricidad, hacer un consumo responsable hasta la recuperación total del servicio. Desde el inicio del caos, las autoridades insistieron en que las llamadas al 112 solo fueran por cuestiones de urgencia con el fin de no saturar en exceso el servicio. El apagón general pilló absolutamente desprevenida a toda la población, a pesar de que, hace solo unas semanas, la Unión Europea hizo un llamamiento para proveerse de un kit de supervivencia ante la situación del conflicto internacional. El hecho de habernos acostumbrado a pagar siempre con tarjeta o con el móvil provocó momentos de caos durante la jornada del lunes por la falta de dinero en efectivo y la imposibilidad de pagar en los comercios con datáfono.

Kit de supervivencia

Hace solo 1 mes, la Comisión Europea proponía que los hogares europeos almacenen suministros esenciales para al menos 72 horas ante una posible crisis como la que sucedió este lunes, o de otros como desastres naturales, pandemias, ciberataques o, incluso, una guerra. Así pues, un kit de supervivencia básico nos tendría que contener “el mínimo para poder estar en casa tranquilo, es importante tener una linterna con pilas de recambio o velas y mecheros o cerillas; una radio pequeña q pilas y pilas de recambio para poder mantenerse informado sobre la emergencia, ante la posibilidad de quedarse sin luz e internet; una vez más, un teléfono móvil con cargador; botiquín de primeros auxilios y medicación crónica imprescindible; alimentos de larga duración que no requieran ser cocinados y agua embotellada. Este lunes muchos municipios aparte de electricidad tampoco tenían agua. El hecho de tener botellas de agua en casa podría salvar algunas horas de necesidad, con dos litros por persona y día sería suficiente.

Protección Civil también dispone de guías específicas, como la de un equipo de emergencia para evacuación, que tendría que estar en lugar accesible y cerca de la salida. En caso de evacuación lo más importante sería coger la documentación personal, datos de las pólizas del seguro, llaves de casa (y del vehículo, si tenéis), medicación crónica imprescindible, tarjeta de crédito y dinero en efectivo, móvil y cargador, una lista de los principales teléfonos de contacto y una bolsa hermética o aislada para poner todos los elementos anteriores. También es recomendable incluir ropa de recambio para un día, ropa de abrigar, zapatos cómodos y resistentes, un impermeable, un kit de higiene personal, alimentos de larga duración que no requieran ser cocinados y que se puedan abrir sin abrelatas y agua embotellada.

La radio a pilas, un producto en auge

Desde el anuncio de la Unión Europea del kit de supervivencia, el producto que ha experimentado un aumento de ventas mayor ha sido la radio analógica. Según los datos del Gremio de Comerciantes de Electrodomésticos recogidos hace solo unos días por El matí de Catalunya Ràdio, las radios a pilas han aumentado un 30% sus ventas. Con la aparición de los móviles este dispositivo ha pasado a un absoluto segundo plano, pero en caso de desastre, como el de este lunes, es de vital importancia.