En la Plaza Mayor de Madrid se ha celebrado una concentración para reclamar que el Ayuntamiento de la ciudad mantenga el nombre de "General Millán Astray" de una de las calles. El consistorio dirigido por Manuela Carmena había decidido el cambio de este nombre, y el de 26 más, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Medio millar de personas han asistido al acto, convocado por la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios.
Discursos fascistas y ultracatólicos
Los asistentes han lanzado proclamas contra Manuela Carmena ("Hija de puta"), y también contra Ada Colau ("Bruja"). Algunos de los convocantes, en sus discursos, han hecho una clara defensa del ejército franquista. Custodio Ballestero, ex sacerdote militar y rector de la parroquia de Inmaculada Concepción de L'Hospitalet, conocido por su defensa de los legionarios, ha bendecido la concentración y ha rezado para que España sea "grande". La manifestación ha ido acompañada del canto del "Novio de la muerte", el himno de los legionarios. Como ya viene siendo habitual en las manifestaciones de la Hermandad, muchos de los manifestantes llevaban gorras, insignias militares, banderas españolas con la enseña de la Legión y otros distintivos militares, en contra de lo que establece la Ley del 2011 de derechos y deberes de miembros de las Fuerzas Armadas, que establece claramente que los militares no pueden participar "uniformados o haciendo uso de su condición de militar" en manifestaciones de carácter político, sindical o reivindicativo.
El PP, con Millán
Los legionarios han recibido, en las redes sociales, el apoyo de todo tipo de grupos ultraderechistas. Sintomáticamente, la cadena Intereconomía ha retransmitido el acto. Pero algunos sectores del Partido Popular también han posicionado a su favor. El PP del barrio de La Latina había intentado, in extremis, salvar el nombre de la calle, pero su moción fue rechazada por el plenario del Consejo de Distrito. El pleno contó con la asistencia de numerosos miembros de la Hermandad, que cantaron "El Novio de la muerte" en protesta por la decisión del órgano municipal. Esperanza Aguirre se ha solidaridad con la Hermandad afirmando que formaba parte de los españoles que admiran "El espíritu de la Legión". Ha alegado que la Ley de memoria Histórica no se le podría aplicar en el momento del golpe Millán Astray no estaba en España y estaba retirado (a pesar de que Millán se solidarizó de inmediato con el golpe y ocupó altos cargos en la España rebelde).
Un nombre contra Millán
El nuevo nombre de la calle es "Avenida de la Inteligencia", en referencia a la disputa que tuvo Millán con Miguel de Unamuno en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca. En respuesta a una intervención de Unamuno en defensa de catalanes y vascos, Astray gritó: "¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte"! (hay quien argumenta que "sólo" gritó: "¡Mueran los intelectuales traidores! ¡Viva la muerte!"). Unamuno respondería con el famoso "Venceréis, pero no convenceréis". Pese al cambio de nomenclátor en Madrid, todavía quedan calles Millán Astray En muchos pueblos de España: Mirueña de los Infanzones, Malpica de Tajo, Fuensalida, Gallegos de Sobrinos... A Coruña lo cambió el año pasado, 40 años después de la muerte del dictador.
¿Dudas sobre el fascismo de Millán?
Millán Astray (1879-1954) fue uno de los militares españoles más pintorescos del siglo XX. Hay mil anécdotas sobre su vida, como la que explica que su mujer le explicó que había hecho voto perpetuo de castidad la noche de bodas. Pero las historias exóticas sobre su vida no eliminan sus tendencias fascistas. Millán era un ferviente colonialista. Luchó en las Filipinas, y más tarde pasó veinte años en Marruecos. Fue él quien creó la Legión Española, un cuerpo caracterizado por la más absoluta brutalidad, que combatía usando de forma cotidiana las violaciones, los secuestros, la crema de poblados y cosechas... Su lugarteniente, en la creación de la Legión, fue Franco. Y la Legión, o "Tercio de Extranjeros", se convirtió en el verdadero vivero del fascismo español, como lo ha investigado el historiador J.L. Rodríguez Jiménez. En 1936 la Legión se sumó masivamente a la rebelión militar. Y sus fuerzas fueron determinantes en el avance franquista durante los primeros meses de la guerra. Los legionarios fueron autores de numerosas brutalidades, a Marruecos, a la revuelta de Asturias de 1934, y durante la guerra civil (por ejemplo, en la famosa matanza de Badajoz). En realidad, una parte de su estrategia era infundir miedo al enemigo mediante la brutalidad indiscriminada. Millán fue siempre un propagandista del franquismo. Durante algún tiempo, Franco le encargó las relaciones con la prensa: convocaba a los periodistas a golpe de silbato. La Legión se creó con un fuerte culto a la personalidad de su fundador, y todavía hoy los legionarios veneran a Millán.