No es ningún secreto que los electrodomésticos duran cada vez menos o se estropean más. Y el coste de arreglarlos a menudo es más elevado que comprar uno nuevo. Pero este hecho puede tener los días contados. La Comisión Europea ha adoptado nuevas formas para hacer que los electrodomésticos sean más sostenibles y que introduzcan por primera vez medidas para la reparabilidad y la reciclabilidad de este tipo de productos.
Las normas incluyen medidas enfocadas a la reparabilitat y durabilidad de los electrodomésticos. En este sentido, y con el objetivo de incrementar la vida útil de los productos, las piezas de recambio tendrán que estar disponibles "durante un largo periodo de tiempo después de la compra". Eso implica siete años de "mínima" para las neveras o diez en el caso de las lavadoras y lavaplatos. Las medidas van encaminadas también a mejorar el mercado de reparaciones. Por lo tanto, los fabricantes también tendrán que asegurar la disponibilidad de información sobre reparaciones y mantenimiento.
De esta manera, televisores, neveras, lavadoras y lavaplatos dispondrán de nuevas medidas de diseños ecológicos para reducir, por un lado, el impacto medioambiental como la factura energética de los ciudadanos europeos, como recoge el comunicado que se ha difundido.