El lince ibérico podría reintroducirse en Catalunya para ayudar a reducir la plaga de conejos, entre otros. La secretaría de Transición ecológica de la Generalitat ha recuperado un antiguo proyecto y está preparando un plan para ponerlo en marcha y conseguir, con la reintroducción de esta especie, reducir la plaga de conejos y convertirlo en un reclamo turístico y un sello de calidad ambiental. Jordi Sargatal, secretario general en temas de medio ambiente y transición ecológica, ha explicado a TV3 que el lince es una pieza que falta para equilibrar el ecosistema de algunas zonas y se está estudiando comarcas como las Garrigues o la Noguera como habitados favorables para liberar ejemplares de este felino protegido.
"Hay zonas con una elevadísima densidad de conejos, también tenemos que mirar que haya una mínima presencia de carreteras para evitar atropellos y hablar con actores sociales de la zona --agricultores ganaderos— a los que puedo asegurar que el lince ibérico no provoca ningún problema de depredación en rebaños ni crías", ha explicado Sargatal en la televisión.
Trabajar codo con codo con los agricultores
Para poner en marcha este proyecto se busca trabajar codo con codo con los agricultores de la zona. Según el departamento, el retorno del lince también se plantea como una herramienta útil para revitalizar el turismo, como pasó en la zona del estanque de Ivars i Vila-sana, en el Pla d'Urgell, ha recordado Sargatal: "Irá bien para este ecoturismo que no es masivo, pero da vida". Además, Sargatal ha apuntado que poder reintroducir el lince ibérico en Catalunya se tiene que ver como una garantía de calidad ambiental, de revitalización y de compromiso con el medio ambiente: "Tiene que ser un motivo de orgullo porque el lugar que pueda admitir el lince quiere decir que es un lugar de mucha calidad ambiental y el lince lo certifica. Es un sello de calidad ambiental y de civilización porque quiere decir que los humanos del territorio son capaces de convivir con el lince", ha insistido. Con este proyecto se busca repetir el modelo que desde hace años se ha implantado en algunos lugares de la península Ibérica, como Andalucía o Castilla-La Mancha.
Buenas noticias para el lince
Los trabajos de censo de lince ibérico (Lynx pardinus) en España y Portugal emprendidos durante el 2023 han evidenciado que la especie ha superado la barrera de los 2.000 ejemplares, constituyendo un nuevo número máximo desde que se hace un seguimiento detallado de sus poblaciones. Así se refleja en el informe publicado el pasado mes de mayo por el grupo de trabajo del lince ibérico, que coordina el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y compuesto por representantes de las comunidades autónomas españolas y el Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF) de Portugal. El documento refleja que son 2.021 los linces totales censados, distribuidos en España (1.730, que supone un 85,6%) y Portugal (291). Las comunidades autónomas españolas que tienen poblaciones estables de la especie son cuatro. Andalucía acogió 755 ejemplares, hecho que supone el 43,6% de la población española, mientras que en Castilla-La Mancha se registraron 715 linces (41,3%). En Extremadura se censaron 253 ejemplares y a la Región de Murcia siete.