La llegada del 2025 viene de la mano de la aparición de una nueva generación: la Beta. De ella formarán parte todas las personas que nazcan entre el 2025 y el 2039. Así pues, la generación Alpha —hasta ahora la más joven— ya queda atrás, y empieza una nueva que poco a poco iremos descubriendo que son las características que la definen. Actualmente, conviven hasta 6 generaciones en el mundo, aunque no hay un consenso sobre cuando empieza y acaba cada una, existen: la generación silenciosa (1928-1945); Baby Boom (1946-1964); generación X (1965-1980); Milennial (1981-1995); generación Z (1997-2009); el Alpha (2010-2024), y por último, la Beta (2025-2039).

La nueva generación, la Beta no solo representa el futuro, sino que estará profundamente influenciada por avances tecnológicos y cambios sociales sin precedentes y estará formada por los hijos de los millennials más jóvenes y la Generación Z. En 2035, esta nueva generación representará el 16% de la población mundial y, gracias a los avances médicos y tecnológicos, muchos de ellos vivirán para presenciar el inicio del siglo XXII.

¿Cómo será la generación Beta?

Todavía es pronto para saber cuáles serán las características más comunas que acompañarán a los Beta, pero sí tenemos información sobre el mundo en el cual vivirán. El analista y experto en demografía, Mark McCrindle, ha apuntado que será la primera generación que crecerá en un mundo totalmente integrado en las tecnologías digitales. Así pues, serán personas marcadas por la tecnología que vivirán una era donde el plano virtual y el físico serán inseparables. La inteligencia artificial, los entornos virtuales inmersivos y el transporte autónomo serán elementos comunes de su cotidianidad. Para esta generación, la tecnología no será un complemento, sino una extensión natural de su vida diaria.

El experto también destaca que su educación, compras y relaciones sociales estarán profundamente influenciadas por algoritmos de personalización empezamos a comprender actualmente. Este entorno tecnológico también influirá en la crianza de los niños, ya que, mientras los padres millenials han integrado herramientas digitales en la vida de sus hijos, los padres de la Generación Z son más conscientes de los riesgos asociados al uso temprano de la tecnología. Este contraste podría influir en cómo la Generación Beta equilibra su hiperconectividad con actividades fuera de línea. Según el artículo de McCrindle la interacción será "la norma" para los Beta. Sin embargo, subraya que los padres tendrán un papel crucial al ayudarles a gestionar sus identidades digitales con seguridad y sabiduría, fomentando al mismo tiempo un sentido fuerte de individualidad. Este equilibrio redefinirá el concepto de pertenencia, combinando relaciones en persona con comunidades digitales globales.

Un mundo global y sostenible

La Generación Beta heredará un mundo con desafíos significativos, como el cambio climático, la urbanización acelerada y los cambios demográficos. Según McCrindle, "la sostenibilidad no será solo una preferencia, sino una expectativa". Criados por padres que priorizan valores como la igualdad y la conciencia ecológica, estos jóvenes desarrollarán una mentalidad global y colaborativa, enfocada en la innovación como solución a los problemas más urgentes de su tiempo. Estos factores, combinados con la acelerada urbanización y la necesidad de adaptarse a entornos laborales altamente automatizados, exigirán que desarrollen habilidades resilientes y enfoques colaborativos para resolver problemas. La educación y la capacitación continua serán fundamentales para empoderarlos frente a estos retos globales.

Los Beta también crecerán en un contexto en que la inteligencia artificial (IA) y la automatización ya serán una constante en la vida cotidiana, que afectará áreas clave como: la educación, la atención médica o el entretenimiento. Con todo, con una base sólida en valores de inclusión y sostenibilidad, esta nueva generación tiene el potencial de liderar un cambio transformador que trascienda siglos.