Si hay una imagen que se identifica con la sequía histórica que ha sufrido Catalunya en los últimos años, la más importante de los últimos dos siglos -según afirmó la consellera Sílvia Paneque- es sin duda la de la iglesia de Sant Romà de Sau, un templo románico del siglo XI sumergido desde 1962, con un campanario de tres pisos que ha actuado como icónico termómetro del nivel de agua del pantano. Este indicador visual, a estas alturas, transmite las excelentes noticias que este sábado anunció el Govern: el final de las restricciones de agua para los 202 municipios que dependen del sistema Ter-Llobregat, que abastece a unos 6 millones de personas. La postal escogida para escenificar el anuncio de la consellera Paneque no fue casual, porque no hay mejor imagen para ilustrarlo que el pantano de Sau con unas reservas de agua generosas que este sábado eran del 71% y que hoy, ya llegan al 73,3% y todo gracias a Jana y Núria, que han puesto nombres en las últimas borrascas que han atravesado Catalunya en el mes de marzo -el más lluvioso del siglo XXI- y lo que llevamos de abril.

Actualmente, se aprecia solo la punta del campanario emergiendo del agua después de una crecida espectacular del volumen del pantano de Sau, que es el segundo embalse con mayor capacidad de los cinco que forman el sistema Ter-Llobregat, con un volumen máximo de 165,26 hm³. Actualmente, Sau acumula más de 120 hm³, pero lo más increíble es que el pasado mes de febrero apenas llegaba al 6%, y el 6 de marzo, hace justo un mes, el pantano estaba al 7,4% de su capacidad. Pero con las lluvias del último mes -en marzo llegó a llover 18 días consecutivos, y llovió bien, sobre las cuencas internas- el embalse se ha ido llenando a un ritmo espectacular. Según informa RAC1, el conjunto de las cuencas internas ha pasado del 31,3% al 63,7% entre el 6 de marzo y el 6 de abril y de 217 hectómetros cúbicos en 443 hm³.
Una crecida de 36 metros en un mes
De hecho, como también informa Betevé, Sau ha ganado 36 metros de agua en solo un mes, lo que equivaldría a un edificio con una altura de 12 o 13 pisos. Las crecidas más significativas se produjeron del 8 al 9 de marzo, cuando el nivel absoluto pasó de los 381,33 a los 386,62 metros, e implicó un aumento de 5,3 metros de agua en solo 24 horas, y después del 9 al 10 de marzo, cuando aumentó 6,3 metros más de agua en un día, es decir, acumuló 12 metros en dos días. Unos niveles de crecimiento que no se habían producido desde enero del 2020, con el temporal Glòria (cuándo aumentó más de 7 metros en un día) o en el otoño del 2015, cuando también se produjeron crecidas de cinco y seis metros en una jornada.
La pregunta que se pueden hacer algunos ahora es si llegará a sumergirse del todo la iglesia de Sant Romà si siguen las lluvias esta primavera. Y la respuesta es que, en principio, que eso no pasará porque, según han confirmado fuentes de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) a RAC1, la intención es vaciar una parte del agua de Sau hacia Susqueda, el embalse que queda justo debajo. Aunque eso se ha ido haciendo en volúmenes pequeños, ahora se ampliará este trasvase de agua porque, según la ACA, las lluvias de las últimas semanas han llevado mucha erosión y troncos, entre otros objetos que han arrastrado, y el agua está muy removida y turbia. Con este trasvase a Susqueda, la ACA cree que la calidad del agua mejorará.
La vara de medir de la iglesia
La iglesia de Sant Romà de Sau está construida en una elevación superior a la del resto del pueblo original, que quedó sumergido en 1962 cuando se construyó el pantano en sus alrededores. Actualmente, el pantano está ubicado en el municipio de Vilanova de Sau, al pie del macizo de las Guilleries, en la comarca de Osona. La iglesia, de estilo románico lombardo, quedó sumergida a 23 metros de profundidad, y su visibilidad, parcial o total, es la que ha ido alertando de la falta de agua en los últimos años, a medida que la sequía extrema ha hecho estragos en Catalunya, con centenares de personas que se han acercado para ver la alteración del paisaje que provocó la sequía. Vale la pena volver ver este reportaje del 27 de enero del 2024, cuando el pantano, a vista de dron, ofrecía unas imágenes desgarradoras, con un pantano seco, que solo tenía el 4,74% de agua, su mínimo histórico en ese momento, con toda la iglesia expuesta completamente a la vista, incluso encaramada en una colina reseca.
Des d'aquest compte no ens cansarem de posar imatges del pantà de Sau. L'aigua a punt d'arribar al sostre de l'església. Sau, fregant el 70%. Imatge de @meteosona. pic.twitter.com/DaHeEBHoUW
— Méteo Palamós (@meteopalamos_) April 1, 2025
Los niveles de agua con relación al campanario
Normalidad (≥ 90% de capacidad): Para que el campanario, y por lo tanto toda la iglesia, desaparezca del todo de la vista y quede completamente sumergida, con solo la veleta saliendo del agua en casos excepcionales, el volumen de agua tendría que llegar al 90%. Pero los trasvases hacia el pantano de Susqueda (el mayor embalse del sistema Ter-Llobregat, con 233 hm³ de volumen máximo -ahora está al 43,56% (101,49 hm³) se suelen hacer para preservar la calidad del agua del sistema que abastece Barcelona, su área metropolitana y parte de Girona.
Recuperación (40-68% de capacidad): el agua cubre parcialmente la nave de la iglesia, dejando solo el campanario visible. Actualmente, está superando este nivel, con el 73,3%, lo que deja todo el edificio sumergido excepto la parte superior del campanario.
Alerta hídrica (14-30% de capacidad). En junio del 2024, con un 28% de capacidad (≈ 46 hm³) el agua rodeaba la base del campanario.
Sequía extrema (1-5% de capacidad): en marzo del 2024 el pantano de Sau llegó a estar con solo el 1% de reservas (1,7 hm³), con la estructura de la iglesia completamente expuesta.
📱#Viral📱Así se ha ido llenando el pantano de Sau, símbolo de la sequía acuciante en la que está sumida Cataluña.
— Eltiempo.es (@ElTiempoes) June 12, 2024
💧En los últimos 30 días ha pasado del 10,7% al 29,2%
Fuente 🎥Plouen granotes @plouen_granotes pic.twitter.com/U347SGhSN3