Las lluvias de las últimas semanas siguen brindando buenas noticias para los campesinos. Este lunes, la comisión de desembalse extraordinaria del sistema Ter Llobregat —que abastece de agua comarcas de Barcelona y Girona— ha aprobado por unanimidad la nueva propuesta de dotaciones de agua para el riego agrícola durante el verano. En total, se prevé destinar durante los meses de abril y septiembre de este año casi 50 hectómetros cúbicos de agua al campo. De estos, 39,92 hm³ se destinarán al riego del Baix Ter y los 9,33 restantes a la cuenca del Llobregat. El año pasado, la falta de lluvias durante la primavera provocó que la grave sequía que atraviesa el país no permitiera a los agricultores disponer de suficiente agua para el riego.

En el caso del Ter, esta cifra supone casi triplicar la propuesta de caudales anunciada por el conseller de Acció Climática, David Mascort, el 30 de abril, cuando se reunió con las comunidades de regantes del Baix Ter. En aquel momento, se planteó una dotación de 12,67 hm³ para los campos del Baix Ter, una limitación que se calculó a partir de la evolución de las reservas y la distribución de los volúmenes desembalsados con el objetivo de seguir garantizando todos los usos. Entonces también se abordaron medidas adicionales que permitían garantizar hasta 4,5 hm³ más en los volúmenes desembalsados, para llegar a 17 hm³ aproximadamente. Todo, sin haber previsto en aquel momento las nuevas lluvias que regarían Catalunya.

Todavía hubo otro paso intermedio a principios de mayo, cuando se reunió la comisión de desembalse del sistema Ter-Llobregat antes de la posterior resolución de la dirección de la Agència Catalana de l'Aigua. Se decidió que las nuevas aportaciones que permitían la salida del estado de emergencia de la sequía permitían ampliar el volumen de agua desembalsado hasta los 27 hm³ para el riego del Baix Ter y 6,9 hm³ en el Llobregat. Y ahora, con las precipitaciones de las últimas semanas, se ha decidido incrementar en cerca de 13 hm³ más la dotación en el Baix Ter y 2,4 hm³ en el Llobregat, para así poder garantizar los cultivos. Los volúmenes establecidos en la propuesta son los valores máximos destinados desde embalses, considerando el peor escenario. En caso de que se diera la declaración de emergencia durante el semestre, los volúmenes totales para los usuarios de riego en el Ter y en el Llobregat no se verían reducidos.

Los pantanos catalanes empiezan a desembalsar

Esta noticia positiva se suma a otros: la semana pasada se anunció que el pantano de Escales, ubicado sobre el río de la Noguera Ribagorçana (en la frontera entre Catalunya y Aragón), había empezado a desembalsar agua para tener lugar para el deshielo. Un fenómeno que hacía 5 años que no ocurría por la larga sequía que arrastra el país. Esta agua servirá para abastecer el riego de la plana de Lleida, brindando una buena noticia a los campesinos de la región. Dos semanas antes, el pantano de Sant Antoni, en el Pallars Jussà, también inició su desembalse por primera vez en 4 años después de haber llegado al límite de su capacidad.