La misión Artemis I de la NASA ha llegado a la Luna, según ha explicado la misma agencia espacial. Y lo ha hecho cinco días más tarde del lanzamiento con éxito del cohete, que necesitó cuatro intentos. Así pues, la cápsula Orión ha pasado este lunes a unos 130 kilómetros de la superficie lunar — todo un hito en la misión de devolver a los humanos a la Luna. La nave ha realizado el encendido de sobrevuelo motorizado de salida a las 7.44 horas (las 13.44 horas en Barcelona), la primera de las dos maniobras necesarias para entrar en la alejada órbita retrógrada de la Luna. En el momento del sobrevuelo lunar, Orión estaba en más de 370.000 kilómetros de la Tierra.
Es decir, el sobrevuelo de la superficie lunar es lo más cerca que Orión estará de la Luna antes de entrar en una órbita retrógrada — cosa que significa que rodeará la Luna en la dirección opuesta a la que el satélite viaja en torno a la Tierra. Ahora, la cápsula viajará unos 64.400 kilómetros más allá del otro lado de la Luna. Será lo más lejos que ha llegado una nave espacial que pretende transportar humanos en un futuro.
Devolver a los humanos a la Luna
El Apolo 17 fue la última misión de la NASA en la cual los astronautas pusieron un pie sobre la Luna, entre el 7 y el 19 de diciembre de 1972. Pero el pasado miércoles 16 de noviembres se completó con éxito el lanzamiento de la misión no tripulada Artemis I, con el objetivo de preparar el camino de exploración lunar para el envío posterior de astronautas. La idea general de este programa de la NASA es devolver a los humanos al satélite por primera vez en medio siglo y establecer una base como paso previo para llegar a Marte. Durante 42 días, la agencia espacial busca poner a prueba el cohete SLS (Sistema de Lanzamiento Espacial, en inglés). Se trata de un cohete potenciado con cuatro motores RS-25 y dos propulsores adjuntos, unas características que le ofrecen un 15% más de potencia que el Saturno utilizado en las misiones Apolo. También se medirán las capacidades de la nave Orión, con capacidad para cuatro tripulantes (uno más que Apolo) y con reservas de agua y oxígeno que permiten unos veinte días de viaje independiente.
Volviendo a la llegada a la Luna, en Red del Espacio Profundo se encarga de las comunicaciones de Artemis I más allá de la órbita terrestre baja. Consta de tres instalaciones equidistantes entre sí por todo el mundo: Goldstone, California; Robledo de Chavela, Madrid; y Canberra, Australia. Orión ha recuperado inicialmente la señal con la estación terrestre de Madrid, después del sobrevuelo. Después ha hecho la transición de la señal a la estación Goldstone.