Es huraño, y se deja ver a cuentagotas. El lobo (Canis lupus) es una especie que durante casi un siglo se había dado por extinguida en Catalunya, hasta que en 1990 se detectó la presencia esporádica de lobos solitarios en los Pirineos provenientes de los Alpes.
Por eso es tan especial el vídeo de un lobo paseando tranquilamente por las pistas nevadas de la estación de Núria, en el Ripollès, este jueves. El documento ha confirmado de nuevo la presencia de esta especie salvaje en el país, que hacía dos años que no se veía a través del ojo humano, sino con trampas fotográficas instaladas para registrar su paso. Lo grabó un trabajador de mantenimiento de la estación de montaña, Lluís Torrent, cuando se topó con el animal y rápidamente ha circulado por las redes sociales.
El Departament de Territori i Sostenibilitat ―que tiene un plan de seguimiento al lobo desde hace años― tiene dos ejemplares localizados durante el 2019, uno en la zona del Port del Comte y el otro en el Ripollès. Los dos son machos que viven en solitario. El que se ha visto en la Vall de Núria, pues, podría ser uno de ellos.
Cuando grabó el vídeo, Torrent estaba en aquel momento con un compañero suyo, Marc Coma, y recuerda que los cogió por sorpresa. "Pasó todo muy rápido pero no le vi ninguna agresividad", han explicado a la ACN. Y añade que en un momento los miró, pero que siguió haciendo la suya como si nada. En el vídeo se oye como uno de ellos comenta que parece que va cojo.
Siguiendo la huella del lobo
En 2014 el fotógrafo Ferran Jordà, de Queralbs, también pudo captar una imagen del animal en una zona nevada a unos 1.500 metros al pie del Torreneules.
Para conocer mejor el Canis lupus, el lobo, Vall de Núria ofreció hace dos años una exposición que repasaba el pasado y el presente de esta especie en el Pirineo. "La huella del lobo" también recorría el arraigo cultural que tiene el animal con el Ripollès y la zona prepirenaica catalana. Se podían ver más de 2.000 piezas catalogadas que provienen de la colección privada del naturalista Josep Maria Massip, experto conocedor del lobo y que también tiene un fondo etnográfico propio.
Los ejemplares de lobo que se encuentran en los Pirineos, en Francia y en Catalunya, provienen de la expansión natural de la población italiana de lobo. Desde los Apeninos, el lobo italiano llegó a los Alpes franceses (sureste de Francia) y desde aquí, algunos pocos ejemplares llegaron a los Pirineos.
Según los estudios de Territori, desde el 2000 y hasta el 2014 se ha tenido constancia de la presencia de lobos en territorio catalán cada año. Actualmente, el lobo se encuentra en la sierra del Cadí-Moixeró y en la zona fronteriza con Francia de las comarcas de la Cerdanya y el Ripollès. Todavía no se ha confirmado la reproducción ni se conoce con exactitud el número de ejemplares, que en todo caso es de pocos individuos.