Una investigación sobre el antiguo hospital de carabiners ubicado en la finca Mas Solers de Sant Pere de Ribes (Garraf) ha permitido encontrar a los familiares de dos soldados republicanos enterrados en la fosa del municipio. La investigación, de la arqueóloga Irene Estévez, ha sacado a la luz los nombres de los 19 combatientes republicanos que fueron sepultados de forma común durante la Guerra Civil. A través de un llamamiento a difundida a la prensa andaluza y aragonesa de los pueblos de procedencia, Estévez ha encontrado a los descendientes de un soldado de 22 años procedente de Pozoblanco (Córdova) y de otro de 38 años de Tierz (Huesca). Los familiares reclaman ahora a la Generalitat que localice el punto exacto de la fosa para señalizarla y más adelante exhumar los cuerpos.

La madre de Virginia Ranchal Díaz se marchó de Pozoblanco a mediados de los años 50 para establecerse cerca de Barcelona con el objetivo de ofrecer mejores oportunidades de futuro a sus hijos. A todos les había hablado de su hermano, Félix Díaz, que había muerto a Catalunya durante la Guerra Civil el año 1938, sin darles detalles. Virginia, que ahora tiene 79 años y vive en Cunit (Baix Penedès), recuerda que solo le habían dicho que "posiblemente" su tío Félix había sido enterrado a Catalunya. Ahora acaba de saber que está en la fosa común de Sant Pere de Ribes. Una historia muy similar a la de una vecina octogenaria del pequeño pueblo de Tierz (Huesca), a quien le acaban de comunicar que su padre también fue enterrado en esta fosa cuando tenía 38 años y murió herido de guerra.

Los dos casos son fruto de la investigación de Irene Estévez, con el apoyo del grupo municipal Hacemos Poble. "Me siento un poco decepcionada con las instituciones porque en 80 años no han investigado esta fosa|foso común", dice Estévez, que recuerda que el hospital de Mas Solers era un centro de retaguardia donde los heridos se recuperaban de las lesiones después de recibir una primera atención a la línea de combate. Destaca que el año 1938 era uno de los centros quirúrgicos más importantes. Después de los primeros resultados "socialmente útiles" que ha dado su investigación, dice que se siente "muy esperanzada" para seguir avanzando y conseguir contactar con más familiares. Matiza, sin embargo, que los 17 soldados restantes procedían de ciudades mayores y eso dificulta la localización de descendientes.

Cementerio de Sant Pere de Ribes - ACN / Gemma Sánchez

Con respecto a los soldados de Pozoblanco y Tierz, ha sido clave la implicación de los medios locales, que hicieron de altavoz para explicar que en Sant Pere de Ribes había enterrados combatientes de estos municipios sin que nadie los hubiera reclamado antes. La noticia dio frutos rápidamente. En el caso de la familia Ranchal Díaz, un sobrino del soldado -de nombre Félix, en honor al soldado desaparecido- supo que los estaban buscando y pronto avisó a los familiares de que viven en Catalunya. Entre ellos, Virginia.

Se suma una casualidad: una resobrina, Fina Ranchal, hacía pocos días que había localizado un documento familiar hasta entonces guardado en una caja donde se indicaba que Félix Díaz había muerto al hospital de carabiners de 'Ribas del Panadés'. Fina asegura que tenía pendiente acercarse un día al cementerio de Sant Pere de Ribes para comprobar si la fosa estaba señalizada y poder iniciar los trámites para pedir la exhumación. "Parece imposible que dos investigaciones totalmente en paralelo converjan ahora y nos permitan saber dónde está mi tío abuelo", celebra la Fina.

Virginia y su sobrina sienten una mezcla "de tristeza y alegría", y recuerdan que a la familia a menudo imperaba el silencio con respecto a los recuerdos de la Guerra Civil. Una hermana de Félix había sido encarcelada durante más de diez años, una parte de los cuales en Catalunya, por su implicación con el bando republicano. "No quería oír hablar de Catalunya porque tenía muy malos recuerdos e incluso creo que miedo", relata Virginia. A su vez, la Fina recuerda que, gracias a la documentación obtenida, han podido saber que Félix murió después de estar un mes ingresado por una herida de bala en la espalda. También han averiguado que fue reclutado en 1937, y han encontrado una fotografía firmada por un estudio de Mataró que los ayuda a repasar su trayectoria antes de morir en el hospital. Asegura que quiere seguir investigando "para dejar constancia de la memoria familiar y un legado para|por los hijos y nietos".

Tanto Virginia como la Fina se emocionan cuando hablan de su familiar, ahora que por fin pueden ubicar su entierro. Con todo, lamentan que la fosa de Sant Pere de Ribes no está exactamente identificada y solo consta que está dentro o cerca del cementerio. Las dos exigen a la Generalitat que destine recursos para encontrar el lugar preciso donde se ubica y, como mínimo, que pongan una placa explicando a quién ha enterrado". "Es una cuestión de reconocimiento y justicia", afirma la Fina, que ve la identificación de la fosa como un hito para "poder hacer realidad" el deseo de los hermanos que han muerto sin saber donde había sido enterrado Félix, pero con un recuerdo de él mucho presente". "Ahora no solo tenemos algunas pertenencias, sino que podemos aspirar a recuperar su cuerpo y trasladarlo con sus padres a Pozoblanco o con los familiares muertos más recientemente y que están enterrados a Cornellà", apunta.

Fina insta a la Generalitat a invertir recursos en la investigación de esta fosa, que considera más sencilla afrontar en comparación con otras sepulturas ubicadas en campos de batalla "porque esta se sabe que está en el cementerio". La familia tiene previsto formalizar la petición a través del Censo de Persones Desaparegudes y también se inscribirá al Programa de Identificación Genética con que la Generalitat recoge el ADN de familiares de soldados muertos no identificados. En paralelo, piden al Ayuntamiento que se implique en esta causa.

Desde la Generalitat, fuentes consultadas por la ACN apuntan que actualmente no disponen de ninguna petición de identificación relacionada con esta fosa, paso previo en que el Departamento de Justicia la priorice dentro de su planificación. Recalcan que antes de cualquier tarea de identificación del espacio o de exhumación requiere que se haya hecho una "documentación exhaustiva" sobre la fosa. A su vez, el gobierno de Sant Pere de Ribes asegura que "siempre ha estado muy sensible" con la memoria histórica y hace un llamamiento al resto de formaciones políticas para que no utilicen esta investigación para hacer partidismo. En este sentido, insta Hacemos Pueblo a reunirse para valorar la instalación de una placa en el cementerio donde figuren los nombres de los soldados.