La DANA, que arrasó el País Valencià hace casi tres semanas, ha dejado ya 219 muertos, así como centenares de casas y empresas destrozadas. Además, hay otro problema añadido, y es que la cantidad de barro acumulado en el alcantarillado de los pueblos afectados está bloqueando las tareas de limpieza y desinfección para una recuperación de la normalidad. Los técnicos de la Diputación de València y la Generalitat Valenciana ya han advertido que el alcantarillado tardará casi un año en funcionar con "normalidad", según ha adelantado Levante-EMV. En Paiporta, el municipio con más muertos por la DANA, su alcaldesa, Maribel Albalat, ha alertado de que el barro acumulado ha obstruido el alcantarillado y no deja pasar las aguas fecales, que ya están llegando a las casas. En declaraciones en el citado diario, Albalat ha alertado de que si la situación se alarga puede traer problemas graves de salud pública. El pasado miércoles, la delegada del Gobierno en el País Valencià, Pilar Bernabé, también advertía de que "sigue preocupando eliminar los lodos del alcantarillado, para que pueda desaguar bien, en unas horas en las que miramos al cielo por el aviso de una nueva DANA. Importante estar atentos a las alertas y seguir todas las recomendaciones".

Alcantarillado obstruido por el lodo

La alcaldesa de Paiporta ha denunciado que el problema que tienen en el alcantarillado es "muy grave", ya que está totalmente obstruido y las aguas fecales ya han empezado a llegar a las casas de los vecinos. "Esto, si no se ataja ya, generará no solo un problema de malestar, sino de salud pública", advierte Albalat. Algo tan sencillo como tener contenedores para que la gente eche el barro allí y no se obstruyan las alcantarillas es difícil de conseguir. Que nos ayuden, estamos desesperados", ha reclamado. La alcaldesa ha agradecido las tareas de los equipos de emergencia, pero ha lamentado que "necesitamos más recursos, esto va muy lento y es imposible poder incluso plantearse volver a una normalidad", señala. "Estamos muy cansados". "Hemos llamado a la Generalitat Valenciana y dicen que nos llamarán. Pero que venga gente, por favor, estamos en una situación crítica, no tenemos ni un comercio abierto. Estamos todavía alimentando a la gente, repartiendo agua potable. Esto va lento y no puede ser", ha señalado. En paralelo, en declaraciones a RAC1, Albalat ha asegurado que Mazón no les ha llamado: "Solo lo he visto una vez en una reunión. Oficialmente, no sé el número de muertos. Lo sé por lo que he visto publicado en los medios y porque conozco a la gente del pueblo". Y ha añadido: "Queremos saber si ha habido un responsable, porque a nosotros no nos avisó nadie".

Varios equipos de bomberos y especialistas en aguas subterráneas trabajan intensamente para desatascar la red de la gran cantidad de barro que arrastró el desbordamiento del barranco y de todo lo que los primeros equipos de limpieza vertieron en las alcantarillas de las calles, sin seguir ningún tipo de directriz. Esto ha provocado la obstrucción absoluta en alguna de las zonas. Expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han advertido de que en las riadas no solo estropea el agua, sino que aún más el barro. Un barro que "inutiliza los electrodomésticos y deteriora el mobiliario". Además, los científicos también han apuntado a que la mayoría de los estudios de riesgos por inundaciones y los mapas de zonas inundables son elaborados "suponiendo que lo que circula por nuestros cauces y riberas es agua limpia, casi destilada, desprovista de barro", por lo tanto, los sedimentos no se suelen tener en cuenta en la elaboración de estos estudios.

Llamamiento a no abrir sótanos y garajes en Paiporta

El Ayuntamiento de Paiporta ha lanzado un aviso a la población y ha pedido a los vecinos que no actúen por cuenta propia en la apertura de sótanos y garajes y ha recordado que ya están actuando en eso efectivos de Bomberos y de la Unidad Militar de Emergencias (UME), las Fuerzas Armadas y la Policía. "La prioridad es garantizar la seguridad y la salud pública", han indicado. En un mensaje en su cuenta de X, que va acompañado de un vídeo, dos bomberos piden a las personas que acuden como voluntarios a ayudar que tengan "especial cuidado" en intentar no verter basura ni lodo en los desagües o alcantarillas: "Si no, no podremos seguir avanzando como estamos consiguiendo", señalan. En la publicación, el consistorio valenciano también indica que los lodos se tienen que retirar correctamente y, en el caso de las aguas acumuladas, ruega que se permita a la inspección técnica el acceso a fosos de ascensor y sótanos.

Otro efectivo de la UME explica que lo primero que hacen es buscar dónde desagua todo el sistema de alcantarillado, una cartografía tanto de la red de aguas fluviales como de la de aguas fecales que le proporcionan desde el Puesto de Mando Avanzado (PMA). También indica que en las bocas de alcantarilla que hay en las aceras —las cloacas con reja por donde se filtra el agua de lluvia— se succiona la parte licuada del lodo y la parte que es más dura se disuelve con una manguera de alta presión que se introduce en el barro. "Con eso logramos que, si vuelve a llover, el agua no se quede atascada y corran tanto las aguas fecales como las fluviales", ha explicado.

Control medioambiental del barro

El barro que se está retirando de los municipios afectados por la DANA, concentrado principalmente en la red de alcantarillado, se depositará de nuevo en barrancos y curso de los ríos, una vez que pase los controles medioambientales correspondientes. Fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente han señalado que este es el acuerdo que han conseguido con el Ministerio de Transición Ecológica para dar una salida a los sedimentos que todavía se acumulan en muchos municipios. "Hasta ahora los análisis están saliendo bien", han señalado, por lo que los sedimentos, formados principalmente por barro y agua, se pueden depositar en los cauces. En caso de que no fuera así, el barro se derivaría a plantas de tratamiento especializadas, aclaran.

Los residuos que se están recogiendo de las zonas afectadas se están llevando a puntos instalados en zonas anexas a los núcleos urbanos. Posteriormente, se trasladan a cinco puntos de transferencia mayores y con mayor capacidad, lejos de las viviendas y de las zonas residenciales, donde quedan almacenados de forma temporal, antes de su envío a los vertederos. La siguiente fase establece el transporte de estos residuos hasta los vertederos y canteras que se han habilitado para ello, donde permanecerán hasta que sea posible efectuar los tratamientos correspondientes para su correcta gestión.