Hoy el cuerpo de los Mossos d'Esquadra cierra uno de los episodios más convulsos por los que ha pasado nunca: el proceso contra el mayor. Las distinciones que se dan cada año durante el acto nacional del día de las Escuadras han tenido un momento especial y emotivo cuando se ha otorgado la medalla de bronce con distintivo azul en el equipo jurídico del mayor Josep Lluís Trapero y la intendente Teresa Laplana juzgados por la Audiencia Nacional por sedición para permitir el 1-O y la gran manifestación del 20-S.
Justo hoy hace un año que salió la sentencia y que los absolvió a los dos mandos y también la cúpula política del cuerpo.
El equipo jurídico encabezado por Olga Tubau, junto con el ex jefe de prensa de los Mossos y actual portavoz del Gobierno, Patrícia Plaja, y la mano derecha de Trapero, ahora jefe de seguridad del Barça, Ferran López, han recogido con el resto de integrantes del equipo la condecoración en uno de los momentos que han levantado más ovación al auditorio.
El mismo Trapero ha sido quien ha entregado la condecoración a los diez miembros del equipo.
El reconocimiento se ha hecho ante los últimos consellers que han pasado por interior, entre los cuales Joaquim Forn, condenado e indultado para el 1-O y responsable de los Mossos d'Esquadra en el momento del referéndum.
Todo el proceso contra Trapero se instruyó por un delito de rebelión. La Fiscalía, sin embargo, pidió en la parte final del juicio 10 años de prisión y 10 de inhabilitación por un delito de sedición, aunque abrió la puerta a una condena por desobediencia, sin prisión, en caso de que no quedara probado el delito de sedición. La defensa siempre había pedido la absolución porque Josep Lluís Trapero, como jefe de los Mossos, se acogió a la ley a la hora de actuar, tanto el 20 de septiembre del 2017 en las concentraciones durante los cacheos de la Guardia Civil delante la sede del Departamento de Economía, como en la votación del referéndum del 1-O.
Mientras la sentencia de Trapero avala el modelo policial que se aplicó para garantizar la proporcionalidad e intentar evitar el referéndum, la condena del Tribunal Supremo contra Forn utiliza el mismo argumento pero a la contra: "En el caso del acusado Sr. Forn le es imputable objetivamente que declinara el ejercicio de las facultades legalmente impuestas y que le erigían, garantizando que la organización que le estaba subordinada -el cuerpo de Mossos d'Esquadra- no sólo se desentendiera del cumplimiento de aquellas órdenes y de la efectiva aplicación de las leyes válidas vigentes, sino que contribuyera, cuando menos por omisión, a la pérdida de vigencia de estas".