El futuro no es sinónimo de ciencia ficción. Lo que parece algo que está lejano, no lo es, porque la ciencia y la tecnología evoluciona a paso vertiginoso. Es el caso de los coches, que en la mayoría de las películas del futuro son completamente autónomos, y en la actualidad no están implementados en la vida diaria de las ciudades, pero solo es cuestión de tiempo. Y no de un tiempo muy lejano. Por eso, las ciudades ya se preparan para incorporar este tipo de vehículos a su tráfico, lo que comporta algunos cambios, como es la incorporación de un nuevo color, el blanco, en los tradicionales semáforos de luz roja, amarilla y verde. ¿Sin embargo, qué significa la luz blanca que llevarán los semáforos en un futuro no muy lejano? La luz blanca facilitará la convivencia entre vehículos autónomos y tradicionales, y este color ya se está implementando en algunos semáforos, como aparte de un sistema que busca mejorar la regulación del tráfico en un futuro donde los coches autónomos sean más comunes. En Madrid ya se ha instalado el cuarto color en un semáforo para pruebas, aunque no está previsto que se utilice a corto plazo.

¿Cómo funcionará este semáforo?

La idea es que la luz blanca permita que los coches autónomos gestionen mejor los cruces, haciendo que la circulación sea más fluida. Eso reduciría el tiempo que los vehículos pasan parados, y eso implica un ahorro de combustible y también un descenso de la contaminación, además de una reducción en los tiempos de desplazamiento. La luz blanca se activará cuando un número suficiente de vehículos autónomos se acerque a una intersección. Su propósito es permitir que estos vehículos se coordinen entre sí, optimizando el flujo de tráfico y reduciendo el tiempo de espera a los semáforos. En este caso, los coches autónomos tomarán el control, y la luz blanca indicará a los otros vehículos que tienen que seguir al que los precede, facilitando así una circulación más fluida.

Los colores actuales -rojo (prohibido el paso), amarillo (precaución) y verde (avanzar)- se seguirán aplicando para los vehículos tradicionales y la luz blanca no alterará las normas actuales de tráfico existentes. De hecho, en situaciones en que predominen los coches conducidos por personas, los semáforos funcionarán de manera convencional.

Pruebas en San Francisco y Madrid

Actualmente, esta tecnología se encuentra en modo de prueba en algunas áreas, como San Francisco en los Estados Unidos, y ha empezado a instalarse en lugares como la plaza de Castilla en Madrid, aunque la luz blanca no se utiliza activamente a causa de las restricciones legales sobre la conducción autónoma. Esta tecnología está en una fase experimental, ya que la circulación de coches autónomos sigue siendo minoritaria. En Madrid, la idea de integrar una cuarta luz para facilitar la coordinación de vehículos autónomos es vista como una innovación prometedora para el futuro del tráfico urbano, aunque todavía hay cierto escepticismo y curiosidad por saber cómo funcionará en la práctica.

Cambios legislativos necesarios

La legislación actual y la infraestructura de vehículos autónomos está lejos todavía de implementarse. El desarrollo y la adopción de estos semáforos dependen de varios factores, como el avance de la tecnología de vehículos autónomos, los cambios en la legislación de tráfico y la aceptación social de estos sistemas. Por lo tanto, aunque hay un interés creciente y se están haciendo pruebas, la implementación global de estos semáforos con cuatro luces podría tardar unos cuantos años en materializarse de manera uniforme en todo el mundo.

Estudio en Carolina del Norte

Esta idea de cuarta luz en los semáforos procede de un estudio elaborado por la Universidad de Carolina del Norte. El profesor asociado de ingeniería de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Ali Hajbabaie, explica que "cuando llegamos a la intersección, nos detenemos si es rojo y vamos si es verde, pero si la luz blanca está activada, solo tenéis que seguir el vehículo que tenéis delante". Los expertos creen que "otorgar parte del control del flujo de tráfico a los vehículos autónomos es una idea relativamente nueva, denominada paradigma de control móvil", señalan. "Pero creemos que es importante incorporar el concepto de luz blanca a las intersecciones porque les dice a los conductores humanos lo que está pasando".