Al menos 55 personas han sido detenidas este lunes en el macrooperativo policial contra los narcopisos que se ha llevado a cabo en Ciutat Vella. La operación ―dirigida por la División de Investigación Criminal (DIGO) de los Mossos d'Esquadra― se ha puesto en marcha cerca de las siete de la mañana, cuando unos 700 agentes en colaboración con un centenar de efectivos de la Guardia Urbana han acordonado casi 30 puntos de venta en el barrio del Raval de Barcelona, aunque también ha habido registros en el Poble Sec, Nou Barris y otras ciudades del área metropolitana de Barcelona.

El despliegue policial se ha centrado en el distrito de Ciutat Vella. El objetivo de la actuación era desmantelar un grupo criminal dominicano que regentaba varios narcopisos del Raval, situados en torno a la calle de la Cera. Uno de los puntos de venta registrados se encontraba en el segundo piso del número 2 de la calle de les Carretes. "Por aquí pasaban cada día un centenar de personas en busca de heroína", asegura Marcos, un vecino del mismo bloque que lleva cerca de 20 años en el inmueble. Los antiguos inquilinos fueron desahuciados hace cinco meses y en poco más de una semana, el piso ya se había convertido en un narcopiso. "En los últimos años el barrio se ha degradado bastante. Dos drogadictos han intentado entrar con la policía en la puerta", explica este vecino, mientras la policía se lleva del piso a dos hombres de nacionalidad dominicana detenidos.

Otro de los puntos de venta desmantelados se encontraba en el entresuelo del número 18 de la calle de Sant Climent. La policía ya había tenido que intervenir hacía poco más de un mes en este edificio por otro narcopiso que se había instalado en el apartamento de Sairica Rose. Esta británica consiguió echar a los ocupantes y, desde entonces, ha colaborado con el propietario del entresuelo para recuperar el local. "El tráfico era constante. La escalera estaba llena de jeringas y de inquilinos prácticamente en coma", recuerda Rose.

Modus operandi

Aunque el punto neurálgico de la operación se ha concentrado en las pequeñas y opacas calles vertebradas por la de la Cera, la policía también ha actuado en la parte alta del barrio. En la calle de Valldonzella en su confluencia con la calle del Lleó se ha desmantelado un narcopiso ubicado en una antigua metalistería ocupada. "Entraba y salía gente cada 10 minutos", explica Sergio, uno de los encargados de la lavandería que se encuentra puerta con puerta con el punto de venta. Desde el negocio, este vecino ha podido ver toda la evolución y transformación del local en un narcopiso. Todo arrancó hará cuatro meses, cuando unos hombres hicieron una puerta agujereando la persiana. "Los clientes se esperaban justo delante, enviaban un mensaje desde el móvil y alguien les abría la puerta", explica Sergio. Después instalaron un timbre y el punto de venta se convirtió también en un lugar de consumo, una narcosala. La encargada del local era una chica rubia y durante el último mes también frecuentaban el narcopiso prostitutas. La droga la llevaban a través de bicicletas o patinetes eléctricos.

Sergio ha sido testigo en los últimos cinco meses de peleas, sobredosis, ha sido víctima de robos e incluso uno de los clientes habituales quería utilizar la lavandería para tener relaciones sexuales con una prostituta. "El Raval ha cambiado. Si no lo tapian, la semana que viene volverán a ocupar el local y pasará lo mismo", lamenta.

Dos años de investigación

Según han informado los Mossos, esta investigación es fruto de un trabajo intensivo de dos años realizado por la unidad criminal del cuerpo. Durante el 2017 y el 2018, se habían hecho múltiples dispositivos desde las Áreas Básicas Policiales en Ciutat Vella que habían comportado el desmantelamiento de más de 100 pisos y 139 detenciones.

 

El juzgado de instrucción 27 de Barcelona dirige la operación contra los diversos narcopisos. Durante el día de hoy hay previstos un total de 40 registros entre puntos de venta y domicilios particulares y se prevén más detenciones. La causa está abierta por los delitos contra la salud pública y organización criminal. La operación, que ha sido coordinada por el titular del juzgado de instrucción, cuenta con la intervención de 40 letrados de la administración de justicia con el fin de poder hacer los registros de forma simultánea. Una vez hechos los registros de los narcopisos, se procederá a su precinto y cierre.

Desde la plataforma Acció Raval, que nació ahora hace dos años para denunciar la situación en el barrio, se han mostrado más o menos contentos con la operación, pero están a la expectativa de lo que pueda pasar.