La fiscal jefe de Barcelona, Anna Maria Magaldi, ha explicado hoy su versión de los hechos sobre los insultos que afirma que recibió el viernes pasado al salir del juicio del 9-N. Asegura que temió por su integridad: "Temí por mi integridad. No sabía lo que podía pasar". Y también dice que se estudiará si la conducta del joven que se le acercó cuestionando por sentar en el banquillo de los acusados a Artur Mas, Joana Ortega y Irene Rigau por poner las urnas es constitutivo de delito.
"Estudiaremos si los hechos encajan en algún tipo penal e incoaremos las diligencias", ha dicho Magaldi sobre el joven que se le acercó. También ha pedido las cámaras del TSJC. "Con la cabeza fría, sentido común y con estudio" valorarán si investigan al joven que la increpó.
Magaldi ha detallado punto por punto todo lo que pasó desde que salió por la puerta del TSJC hasta que se va. Su versión no discrepa mucho de la del joven que la increpó.
La fiscal jefe de Barcelona llamó después de los hechos al fiscal del 9-N, Emilio Sánchez Ulled, por si estaba bien. Sánchez Ulled estaba comiendo y no se había enterado de nada. Después llamó al fiscal general del Estado y envió varios mensajes de Whatsapp a otros fiscales de Barcelona. A partir de aquí la FGE envió la nota de prensa de apoyo a Magaldi y condenando los hechos.
Los hechos según Magaldi
La fiscal jefe de Barcelona salió del Palau de Justícia cuando acabó la sesión de la mañana del juicio del 9-N: "Soy muy fumadora y llevaba unas cuantas horas sin fumar. Delante de mí había un grupo de unas 20 o 30 personas que estaban detrás de unas vallas, al lado, un número indeterminado de cámaras de televisión, y andando por la acera pude ver a los tres acusados de espaldas que iban dirección a la Ciutadella".
Anna Maria Magaldi explica la bajada por las escaleras y justifica su actitud desafiante con los manifestantes: "Empecé a bajar las escaleras. En la segunda, empezaron los gritos de 'fuera, fuera, fuera, la justicia española'. Yo no podía bajar corriendo las escaleras, bajar la cabeza y salir corriendo de esa situación. Se estaban dirigiendo a mí como miembro de una institución del Estado. Por eso me mantuve derecha, firme y mirando a aquellas personas durante unos segundos que me parecieron interminables. Esta actitud me imagino que no gustó a los ciudadanos".
Magaldi describe los gritos que se oyen de los concentrados ante el Palau de Justícia: "¡Fascista, mierda, eres una mierda, vete de Catalunya, fuera!".
La fiscal remarca a lo largo de la rueda de prensa que no provoca en ningún momento al grupo que la abuchea: "Los miro, no les insulto, ni hago corte de mangas y les saco la lengua".
Es cuando ya está en la acera caminando paseo Lluís Companys arriba que ve a Lucas Senollosa cruzando en diagonal hacia ella a la altura de la calle Almogàvers, Malgaldi describe: "Temí por mi integridad. No sabía lo que podía pasar. No llevaba nada en las manos. Eso me tranquilizó. Vi una furgoneta de mossos que van de negro, armados. Al ver que el individuo no paraba su carrera, levanté la mano pidiendo ayuda. Se me acercó gritando y, con una mirada que no olvidaré nunca, me dijo: 'Tú eres la Fiscalía, tú nos condenas por poner las urnas, qué vergüenza'".
A lo que Magaldi respondió: "Yo no soy la fiscal, soy la fiscal jefe de Barcelona, son los jueces quienes condenan".
La fiscal prosigue la explicación con la respuesta del joven: "'Sí que eres la Fiscalía, esos me lo han dicho y tú eres la que nos condena'. Vi –prosigue Magaldi– que no tenía ningún sentido seguir hablando con esta persona y me empecé a ir. El mosso se lo llevó y nos acompañó andado un mosso de paisano".
"Y estos son los hechos. Eso es lo que pasó", ha concluido Magaldi.
En varios momentos de la rueda de prensa, la segunda que hace desde que es fiscal jefe de Barcelona desde el 2012, ha ido repitiendo sobre el joven que la increpó: "No había visto nunca reflejada en la mirada el odio de esta persona. No lo olvidaré nunca". Y ha añadido: "Esta cara la tengo grabada. Saltaba y levantaba los puños".
La fiscal jefe de Barcelona admite que sólo fue un joven la que se dirigió a ella, a pesar de los gritos anteriores de la veintena, pero en ningún caso ha mantenido que se sintió acosada por un grupo de radicales, como decía el comunicado de la Fiscalía General del Estado.
"Yo no soy otra gente, soy la fiscal jefe de Barcelona"
Anna Maria Magaldi ha querido dejar claro que representa a una institución del Estado y que insultarla a ella no es lo mismo que insultar a cualquier otra persona: "Yo no soy otra gente, soy la fiscal jefe de Barcelona".
Magaldi ha querido remarcar que, a pesar de que los gritos de estos días se han dirigido a todo el mundo, igual que pasa en concentraciones de rechazo por otros motivos y a diferentes cargos, incluidos los electos, no tiene por qué admitir que la increpen: "Yo no soy un político y eso no va en el cargo. Y malo sería que fuera en él".
Con un tono indignado, pero también de víctima, ha empezado la rueda de prensa diciendo: "Yo no miento nunca". Ha seguido asegurando que los manifestantes sabían perfectamente quién era ella porque, ha dicho: "Soy conocidísima, no sólo por mi maravilloso pelo".
También ha negado que quiera ser fiscal superior de Catalunya y haciendo referencia al artículo de Iu Forn sobre su asistencia al juicio del 9-N, en el que no faltó ningún día, expone que lo hubiera podido ser, pero que no lo ha pedido nunca. Admite que tampoco le han pedido que lo sea.
"Yo lo que he querido ser siempre es fiscal jefe de Barcelona, en la trinchera, donde se trabaja de verdad", ha concluido.
Anna Maria Magaldi ha acabado la rueda de prensa pidiendo a los periodistas que pusieran íntegramente sus declaraciones. La comparecencia ha durado 45 minutos, aproximadamente.