El verano en la Costa Brava podría tener un paisaje diferente. Como mínimo en tres núcleos emblemáticos: Calella, Llafranc y Tamariu. El Ayuntamiento de Palafrugell prepara una reordenación de todas las terrazas de bares y restaurando situadas, principalmente delante del mar, que sufrirán los recortes de muchos espacios. Los restauradores y muchos de sus clientes han subido la voz por lo que consideran una medida desmesurada y que les puede comportar, incluso, tener que cerrar el negocio si no salen los números. Hay que tener en cuenta que los espacios de interior, normalmente, son más pequeños que la caja que pueden hacer con las mesas en el exterior.
"Salvemos Palafrugell"
Así pues, ha nacido la Plataforma 'Salvemos Palafrugell' donde pone de relieve que el futuro económico del municipio está en juego. El departamento de Calidad Urbana del ayuntamiento de Palafrugell es quien impulsa este cambio. La Plataforma argumenta: "Básicamente es trata de un exagerado e innecesario recorte de terrazas que implica una drástica reducción de la oferta lúdica para los visitantes, un fuerte incremento automático de los precios de bares y restaurantes y una importante reducción de puestos de trabajo del sector turístico". El actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Palafrugell quiere recortar de manera drástica (entre un 30 y un 50%) la oferta actualmente disponible a las terrazas de los paseos marítimos de Calella, Llafranc y Tamariu: "Si permitimos este recorte unilateral y rechazado, la mitad de los veraneantes y visitantes que hemos escogido estos magníficos destinos, no podremos tomar un refresco, hacer un aperitivo, comer o cenar con los amigos delante del mar, como hemos hecho toda la vida. Otro efecto pernicioso será una subida de precios por parte de los establecimientos con el fin de intentar compensar la reducción de clientes y los correspondientes ingresos. ¿Estamos dispuestos a perder unos de nuestros espacios de recreo más queridos?", con esta pregunta acaban su explicación e invitan a todo el mundo para adherirse a firmar en contra.
A pesar de recoger un 70% de opiniones contrarias a esta ordenación, en la encuesta que el mismo Ayuntamiento realizó dentro del proceso participativo, se dice a los afectados que la drástica reducción de espacios para la restauración no es negociable. Los afectados han elaborado un proyecto alternativo que da salida a la situación con una afectación mínima a la oferta turística. De momento, hay más de 1.000 adhesiones.
El Ayuntamiento defiende más espacio para pasear
Por su parte, el Ayuntamiento de Palafrugell defiende que hay que garantizar más el disfrutar y el paseo de las personas. El gobierno local de Palafrugell limitará la profundidad de las terrazas a 4'5 metros, y para suprimir la posibilidad de ocupar espacios consensuados con viviendas o locales anexos. Los hostaleros también tendrán que invertir en nuevas pérgolas y toldos, excepto en la plaza de Llafranc, donde la cubierta irá a cargo del Ayuntamiento. El PSC de Palafrugell cuestiona que en el acuerdo para renovar permisos en la plaza ya se inste a retirar elementos a los concesionarios, y pide que el gobierno encuentre un consenso con los locales afectados en este ámbito y en el resto. Por su parte, Junts también ha mostrado apoyo a los hostaleros