En el Día Mundial de la Toma de Conciencia sobre el Abuso y el Maltrato a las Personas Mayores, toca hablar de una lacra demasiado olvidada. La jornada de hoy tiene que servir no solo para dar visibilidad a los maltratos, sino también para combatir el edadismo o la discriminación por edad que, según la Organización Mundial de la Salud, ya es la tercera forma de discriminación más extendida después del racismo y el sexismo. Especialmente, cuando se tiene en cuenta que la violencia hacia este colectivo, en periodo vital de máxima vulnerabilidad, se encuentra en aumento en Catalunya.

Profesionales del grupo de trabajo impulsado por la Diputación de Barcelona contra los maltratos a personas mayores detectaron en 2023 un total de 544 casos. Comparando estas cifras con años anteriores se constata el incremento sustancial: un año antes, la misma Diputación ya había detectado 346 casos, mientras que en 2021 fueron 283. Eso significa que en solo dos años, el número de episodios violentos se ha casi doblado en la provincia de Barcelona, con un aumento del 48%. La Diputación de Girona también ha compartido datos, con unos resultados todavía más preocupantes. En el último año, ha detectado 38 nuevos casos, una cifra que supone un aumento del 21% con relación al periodo anterior, cuando eran 30. Pero es que desde que se puso en marcha el protocolo de detección y prevención de maltratos en el 2019 hasta la actualidad, el número de casos de maltrato gestionados se ha triplicado, pasando de 26 a 76.

Las cifras evidencian datos relevantes. Por ejemplo, los hijos son siempre la persona agresora más habitual, responsables de la violencia en cerca de la mitad de los casos, mientras que el entorno familiar es, de lejos, el más propenso a ejercer esta agresión. El sesgo de género también es muy presente: el 83% de las víctimas son mujeres y el 77% de los agresores son hombres. Con respecto al tipo de violencia, el más habitual es el psicológico, pero también destaca el económico y el físico. Además, según la OMS, entre un 4% y un 6% de las personas mayores han sufrido este abuso, pero solo una de cada veinte víctimas denuncia estos abusos, motivo que hace todavía más complicado responder y erradicarlo.

Grito de alerta de la Síndica de Greuges

Ante esta lacra, la Síndica de Greuges, Ester Giménez-Salinas ha querido enviar un grito de alerta. En la inauguración de una jornada sobre maltratos a personas mayores, se ha comprometido a crear el consenso necesario para erradicar el maltrato a las personas mayores. Por eso ha pedido que se apruebe la Ley de las personas mayores y se revisen los protocolos actuales. Así, ha pedido que las soluciones a los problemas de este colectivo lleguen deprisa porque "un año en la vida de una persona grande es mucho tiempo". Sobre el silencio que rodea esta problemática, la Síndica ha remarcado que la falta de datos más actualizados ya es un síntoma de la gran dejadez colectiva. "El maltrato a las personas mayores es una de las formas de violencia más oculta, más silenciada y menos estudiada", ha manifestado.