En plena operación salida por la Semana Santa y bajo un cielo nublado y una lluvia intensa, la N-340 ha quedado cortada esta mañana desde las 12 y durante casi una hora en protesta por los accidentes constantes que se producen y para reclamar la gratuidad del AP-7 como medida para poner freno a la siniestralidad.
Decenas de personas provenientes sobre todo del sur de Catalunya han pintado la N-340 a la altura del Vendrell y el Perelló de colores con sus paraguas que los cubrían de los chaparrones detrás de una gran pancarta que tenía por lema "Prou morts, prou peatges". En el Vendrell, la concentración ha ido acompañada de un espectáculo casteller de la colla Nens del Vendrell, que ha animado la marcha bajo la lluvia.
La iniciativa de la protesta de hoy ha sido organizada por los alcaldes del Pacte de Berà —una declaración conjunta que los alcaldes del Baix Penedès y del Tarragonès para que se resuelvan los problemas de tráfico-, por los alcaldes del Ebro y por el Moviment Veïnal per a la Gratuitat del AP-7.
Los transportistas también han participado en la reivindicación con dos marchas lentas. Una ha salido de l'Hospitalet de l'Infant y ha viajado hasta l'Aldea y la otra lo ha hecho desde el Vendrell y se ha marchado hasta la altura del AP-7 de Santa Maria i els Monjos.
Reclamo al Estado
El objetivo de los vecinos y alcaldes, y también de miembros del Govern y diputados catalanes en el Parlament y en el Congreso que han estado presentes, es exigir al Ministerio de Fomento que acepte la gratuidad de la autopista AP-7 para acabar con los siniestros de una N-340 que destaca por acumular los peores accidentes de la red vial catalana.
"Siguen sin escucharnos, por lo tanto, seguiremos haciendo reivindicaciones hasta que lo hagan. No nos cansaremos”, se ha lamentado el alcalde de Perelló, Ferran Cid.
De su lado, el presidente de la federació d'ERC del Camp de Tarragona y diputado en el Parlament, Ferran Civit, ha puesto de manifiesto que "la N-340 es una de las grandes vergüenzas del Estado español y una muestra de que necesitamos un nuevo modelo de movilidad en este país, que confío en que llegará con la República catalana", y ha reclamado "una vía más rápida y más segura para evitar tantas muertes", así como la "gratuidad" del AP-7.
Cortes cada jueves
A raíz de cuatro nuevas muertes al principio de septiembre —que se sumaban a las 17 ya producidas en el 2015-, los alcaldes no quisieron esperar más para reivindicarse y decidieron empezar a reclamar al Ministerio de Fomento que obligara los camiones a desviarse en la autopista, así como el desdoblamiento de la autovía A7.
Por eso, desde finales de septiembre, varias plataformas veinals cortan cada jueves durante 45 minutos aproximadamente la N-340 en la zona de l'Ametlla de Mar y las Casas de Alcanar.
Tres semanas más tarde, el movimiento vecinal también empezó a cortar la carretera en el Vendrell y Vinaròs y sólo faltaron a la cita el 24 y el 31 de diciembre por las vacaciones de Navidad.