Como un acto más del folclore ultra que cada año ensucia la celebración del Día de la Hispanidad, este 12 de octubre un grupo de fascistas convocados por Democracia Nacional han vuelto a campar por las calles de la ciudad de Barcelona difundiendo su odio contra los "traidores de España". En torno a las once de la mañana, acompañados por un fuerte dispositivo de los Mossos d'Esquadra, han iniciado una marcha desde plaza de España hasta la plaza de Sant Jordi, en Montjuïc. Durante el casi kilómetro y medio que hay entre los dos puntos, los ultras han hecho llamamientos contra la Televisión de Catalunya, pidiendo la prisión para el presidente Puigdemont y contra los CDR y los grupos antifascistas.
Los concentrados han andado con banderas españolas, banderas preconstitucionales, falangistas y banderas claramente fascistas que se han combinado en un paisaje que parecía en blanco y negro, pero que tenía mucho color, a pesar de ser el año 2022. Sin embargo, uno de los líderes que llevaba la marcha ha pedido en varias ocasiones a sus seguidores que evitaran gritos que pudieran acabar con delito de odio. "Todo el mundo ya sabe quiénes somos, no hace falta que nos empuren", aseguraba.
La contención, sin embargo, no ha funcionado del todo. Se han oído gritos a favor de Aldolf Hitler, saludos fascistas y banderas prohibidas. Los Mossos d'Esquadra han detectado a un hombre que llevaba una bandera con simbología nazi. Agentes de paisano lo han apartado y agentes del ARRO de los Mossos lo han identificado y registrado, proponiendo una sanción administrativa, tal como marca la ley por la exhibición de este tipo de banderas y propaganda de extrema derecha.
Menos personas que nunca
Ya en la plaza de Sant Jordi la violencia verbal ha aumentado. Dirigentes de Democracia Nacional Joven cómo Pablo Lucini y otros propagandistas de la ultraderecha como Enrique Lemus, Vicente Estarelles y Miguel Blasco han criticado el actual Gobierno, asegurando que está plegado a los intereses del progresismo y de los independentistas. Desde este partido, que aunque no tiene ningún tipo de representación institucional en Catalunya cada año hace este desfile, se sitúan a la derecha de Vox, asegurando que son un partido "nacionalista" con "vocación social", teorías que conviven con las tesis de reemplazo étnico con la "invasión" con "inmigración ilegal".
Lucini, que ha venido desde Madrid, en representación de Pedro Chaparro, que tiene prohibido venir a este tipo de actos, ha hecho un discurso contra la inmigración ilegal, los menores extranjeros y también contra la clase política, a quien acusan de ser cómplices de la inseguridad que se vive en toda España. El acto de esta mañana no ha congregado a más de 150 personas, la cifra más baja de los últimos diez años.
Vigilados por los Mossos d'Esquadra
Además del dispositivo de orden público de los Mossos d'Esquadra, que ha acompañado la marcha de los ultras, al acto también había agentes de paisano de la Comisaría General de Información de los Mossos, los encargados de investigar los posibles delitos vinculados a ideologías, como la extrema derecha. Los agentes de esta unidad de la policía catalana harán un atestado del contenido de los discursos por si se comete algún delito de odio.
Más actos del 12 de Octubre en Barcelona
Más allá del acto más ultra en Montjuïc, durante todo el día se han convocado actos españolistas en el centro de la ciudad. Después de las ofrendas a Colón, en la parte de abajo de la rambla, que han arrancado por la mañana, también con parafernalia ultra, se ha convocado una manifestación y un acto en la plaza de Catalunya que convocan varias organizaciones constitucionalistas con el apoyo de partidos como Vox, Ciudadanos y el Partido Popular. La delegación en Barcelona de los ultras estará encabezada por Javier Ortega Smith, uno de los líderes estatales, e Ignacio Garriga, líder del partido de Abascal en Catalunya. Por su parte, Carlos Carrizosa y Alejandro Fernández liderarán los naranjas y los Populares. Esta manifestación no ha agrupado a más de 2.500 personas. Un grupo antifascista ha convocado también una concentración a Pla de Palau, que ha concentrado a un total de 100 personas, sin incidentes.