Imágenes que remiten al 15-M. Miles de manifestantes —15.000, según la Delegación del Gobierno, o 50.000, según la organización— han recorrido este sábado por la tarde el centro de València para reivindicar el derecho a la vivienda y contra la turistificación de la ciudad. Al acabar, al menos una cuarentena de manifestantes han acampado de manera improvisada en la plaza del Ayuntamiento de la capital del País Valencià en rústicas tiendas de campaña, con el objetivo de quedarse a dormir allí en señal de protesta: "Si no tenemos casa, ocupamos la plaza", han clamado al unísono.
Los manifestantes se han concentrado bajo el lema "València s'ofega" (València se ahoga), en referencia a la riada que inundó la ciudad el 14 de octubre de 1957, convocados por el Consell de la Joventut, Acció Cultural del País Valencià, el sindicato CCOO, y los partidos PSPV-PSOE, Compromís y Sumar, así como otras casi 200 asociaciones vecinales y culturales de la capital valenciana. Reclaman la regulación de los precios de los alquileres, la paralización de los desahucios, la creación de un parque de viviendas de protección oficial o la paralización de la venta residencial al capital extranjero.
En lo referente al turismo, se pide que se declare València como zona tensionada, que se prohíban los apartamentos turísticos y que se regule de forma "estricta" el negocio hotelero. De igual forma, consideran que "hay que dejar de apostar por el turismo como motor económico, poner fin a la promoción de la ciudad como destino turístico y parar la entrada de cruceros y las ampliaciones del puerto y el aeropuerto".
Cuatro columnas han partido desde diversos puntos de la ciudad y han confluido a las 18:30 horas en las Torres de Serranos, en cuyas almenas varios manifestantes han colgado una gran pancarta con el lema "Por el derecho a un hogar" y una bandera palestina. Ambas han sido retiradas por agentes de la Policía Nacional. Los asistentes a la manifestación han exhibido pancartas con los lemas "la vivienda es un derecho", "València no está en venta" o "la banca al banquillo", y al inicio de la marcha han hecho sonar las llaves de sus domicilios. También han entonado cánticos como "ser casero no es una profesión", "fuego a la especulación", "la ciudad para quien la habita" y "el capitalismo es el cáncer que mata barrios". La manifestación ha ocurrido sin incidentes y bajo una importante presencia policial.
María Alandes, una de las portavoces de València no está en venta, ha afirmado que, actualmente, "la mayoría de vivienda" se alquila en València es a personas del norte de Europa y que "el 30% de la vivienda que se compra" lo hace "capital extranjero y especuladores". "Están cargándose València. Están vendiendo toda la ciudad a fondos especuladores y queremos una ciudad para su vecindario", ha aseverado. "Nos están expulsando de la ciudad. La gente se tiene que ir a vivir a los pueblos cercanos, donde también está subiendo el precio de la vivienda", ha alertado. También ha señalado que "hay mucha vivienda que está vacía", por lo que abogan por "aprovecharla". En este sentido, ha estimado que en València hay "alrededor de 57.000 viviendas vacías". "Solo en el centro, el 40% de la vivienda está vacía. Y en algunos puntos, como en el barrio del Cabanyal, sucede lo mismo", ha recalcado.
Presencia política del PSPV y Compromís
Desde el PSPV-PSOE, que lidera la también ministra Diana Morant, se ha defendido la aplicación de la Ley de la Vivienda en el País Valencià, para que "se deje de impedir el acceso a hogares a jóvenes y familias". El portavoz del partido, Borja Sanjuán, ha urgido a intervenir "en contra de las compras especulativas", que son el 70% de las que se hacen en la ciudad. Por ello, ha avanzado que el PSPV propondrá que en València esté prohibido comprar una vivienda "si no es para residir".
Actualmente, en la ciudad de València y en la comunidad autónoma valenciana gobierna el PP, la alcaldesa María José Català y el president Carlos Mazón, respectivamente, de ahí la no aplicación de la Ley de Vivienda por parte de las autoridades locales y que los socialistas den apoyo a la manifestación pese a que ellos estén en el Gobierno del Estado y también sean ampliamente criticados por inacción para atajar el problema del acceso a la vivienda. De hecho, los manifestantes han entonado cánticos reclamando la dimisión de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez.
Por su parte, la portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de València, Papi Robles, ha pedido al president de la Generalitat, Carlos Mazón, que declare "esta misma noche" la ciudad como zona tensionada, aunque se ha mostrado convencida de que "no lo hará porque está del lado de los especuladores".