Catalunya cuenta con 240 radares en su red de carreteras. En los últimos años, la tendencia de la administración se ha centrado en la incorporación de nuevos detectores de velocidad, lo que ha convertido nuestro territorio en uno de los países de Europa con una ratio más alta de radares por habitantes y por kilómetros de carretera.
Más concretamente, la apuesta de los últimos años del Servei Català de Trànsit ha sido la instalación de radares por tramo, un sistema que reconoce los vehículos según su matrícula y los controla entre dos puntos geográficos, uno de inicio y uno de final. Después de la instalación de cuatro nuevos radares el 13 de febrero, este sistema ya controla 92 kilómetros de la red vial catalana.
El Nacional ha querido situar en el mapa todos los radares que podemos encontrar en las carreteras y los ha distinguido según si son fijas o por tramos. En el primer mapa, se pueden apreciar los detectores de velocidad que hay en el conjunto de Catalunya, a excepción del Área Metropolitana de Barcelona. Para conocer los radares existentes a la capital catalana y a sus alrededores, se puede recurrir al segundo mapa. En total, en el Área Metropolitana de Barcelona hay 47 y en el resto Catalunya encontramos 193.
Los mapas permiten conocer las velocidades máximas de cada uno de los radares solo con un vistazo. Además, al hacer click en cada señal de prohibición, se puede conocer también en qué punto kilométrico se encuentra el dispositivo y en qué municipio afecta. Las señales que son rojas indican un radar fijo, mientras que las señales negras apuntan en un radar por tramos.
¿Qué son los radares por tramo?
A menudo el conductor se detiene a pensar en los radares fijas, que son los más visibles, pero hay otras modalidades, como los detectores móviles o los radares de helicópteros, tal como recogió El Nacional en un reportaje del pasado marzo. Ahora bien, la modalidad de detección de infracciones de velocidad más vanguardista son los radares por tramo. ¿Cómo funcionan? El radar es una cámara que lee las matrículas, como es habitual; ahora bien, el sistema incluye un mecanismo que se encarga de contar el tiempo que tarda un vehículo en realizar una determinada distancia en una vía.
La detección de la velocidad media del vehículo surge de la detección del vehículo por parte de la primera cámara, que marca el momento en que ha pasado por el punto de inicio, y de la segunda cámara, que determina el final. Después, el sistema estima con un cálculo si se han cumplido los límites marcados por ley. Por ejemplo, apliquémoslo en el radar por tramos del túnel de Vielha, que fue el primero a instalarse en Catalunya y en la Unión Europea. El túnel, que marca el tramo controlado, tiene una longitud de 6 kilómetros. Si la velocidad máxima se sitúa en 80 kilómetros por hora, significa que el tiempo mínimo para cruzar el túnel son 4,5 minutos.
El Nacional ha calculado también cuál es el tiempo mínimo necesario para evitar infringir la norma de tráfico:
¿Dónde están los nuevos radares?
El pasado 13 de febrero se incorporaron cuatro nuevos radares de tramo a Catalunya. Al A-7 a la altura de Tarragona y a la C-66 entre Corçà (Baix Empordà) y Sant Joan de Mollet (Gironès).
Por una parte, los nuevos radares de Tarragona -en ambos sentidos de la marcha- controlan 4,1 kilómetros de la autovía A-7, en un tramo en que la vía funciona como una ronda de la ciudad. La limitación de velocidad en este caso es de 100 kilómetros por hora. Por otra parte, en la C-66 también se han colocado dos nuevos detectores de velocidad por tramos en ambos sentidos de la marcha. Concretamente, se trata de un tramo de 8,7 kilómetros donde el límite también se sitúa en los 100 kilómetros por hora. Con la incorporación de estos cuatro radares, que suman 25 kilómetros de control, ya son 92 kilómetros de carreteras en Catalunya supervisados por este sistema.
Catalunya ha sido uno de los países de Europa que más ha apostado por esta tipología de radar. Entre 2009 y 2010 ya instaló dos dispositivo de control por tramos en el túnel de Vielha (N-340). Posteriormente, se incorporaron otros como los dos situados entre Amposta y Sant Carles de la Ràpita; el de la C-65 entre Cassà de la Selva y Llagostera; un radar por tramo en la C-58 entre Sabadell y Badia del Vallès en sentido Barcelona; un radar por tramo al AP-7 entre Ulldecona y Amposta en sentido Tarragona; dos radares por tramo en l'N-II entre Fornells de la Selva y Quart, uno en cada sentido de la marcha; dos radares por tramo en l'N-II en Girona, también uno en cada sentido de la marcha; y dos radares por tramo en el carril bus-VAO de la C-58, en funcionamiento en mayo del 2016.
Catalunya, al frente de Europa
Con la colocación de los nuevos radares, el Govern ha contribuido a situar Catalunya un poco más arriba en el ranking europeo de países con más radares. Concretamente, según la lista que publica la asociación de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que tiene en cuenta el número de radares por cada 10.000 kilómetros de carreteras, el Principado se colocaría en tercer lugar con 185 radares. La cifra todavía se encuentra lejos de Bélgica, con nada menos que 955 radares, pero sí está sustancialmente por encima de la media de España, situada en los 29.