Los miembros de la entidad "Lo bastante, AP-7 gratuita ya" han organizado este martes por la noche una marcha lenta para celebrar la gratuidad de la vía.
Coincidiendo con el fin de los peajes en las carreteras, una decena de turismos y dos camiones han circulado lentamente unos 800 metros entre el peaje troncal de Vila-seca y la salida de Salou con pancartas reivindicativas. La acción ha servido para rememorar la lucha de la entidad durante los últimos años, que ahora se transforma en el movimiento "Nunca más".
El objetivo de la plataforma será evitar la implementación de cualquier tipo de pago en estas vías, como podría ser el sistema de la viñeta. El portavoz de la entidad, Llorenç Navarro, ha señalado que estas vías se han amortizado bastamente a lo largo de los años y que ahora "pasan a ser públicas".
Fuera de peajes
Ya no se paga más, ya no se esperan. La desaparición de las barreras físicas de los peajes empieza a ser un hecho, y lo es antes del previsto. Mientras que todo apuntaba que los puntos en los cuales ya no está prorrogada la concesión levantarían estas barreras a partir de la medianoche, es decir, cabe a las doce de la noche, en el caso del peaje de la Jonquera, la Roca del Vallès o de Martorell, ha estado antes. Concretamente, ha pasado en torno a las ocho y cuarto de la noche, según explica TV3. Esta medida también se ha hecho extensible a algún tramo de la C-32 norte.
La imagen se ha producido mientras se estaba desarrollando la comparecencia del vicepresidente del Gobierno, Jordi Puigneró. Eso ha sorprendido en los mismos conductores, que han preguntado a los trabajadores de los peajes si podían seguir circulando sin pagar el peaje. Los usuarios han recibido una respuesta afirmativa.
La otra cara
A partir de este septiembre, gran parte de la red vial de pago en Catalunya dejará de serlo, dicho de otra manera, desaparecen prácticamente todos los peajes. Eso hará que los ciudadanos nos ahorraremos mucho dinero a la hora de viajar por las autopistas y carreteras de nuestra casa, pero como con todo, también tiene contrapartidas.
La más clara de todas es que el peaje es un bien inmueble, por lo tanto está sujeto al pago del impuesto sobre bienes inmueble (IBI), y con su desaparición 132 municipios catalanes dejarán de recaudar este impuesto, perdiendo un total de 14,4 millones de euros el año. Eso, que para grandes municipios con grandes presupuestos podría ser una partida menos, para municipios pequeños puede significar una considerable pérdida de ingresos al cabo del ejercicio fiscal, que en algunos casos llega a oscilar entre el 10 y el 20% del presupuesto anual.