Una marcha lenta de los payeses hacia la Cerdanya afecta a varias carreteras, después de que por la mañana decenas de tractores hayan cortado la AP-7 y la N-340 en Alcanar. Concretamente, una cuarentena de tractores convocados por Revolta Pagesa se han concentrado este viernes a las cinco y media la tarde en las proximidades de la boca norte del túnel del Cadí. Desde allí han iniciado una marcha lenta hacia las localidades de Alp, Puigcerdà y Bellver de Cerdanya, afectando tanto a la carretera C-16 como la N-152 y la N-260. Desde estas poblaciones han repetido el recorrido de vuelta hasta el túnel.
La acción ha complicado la circulación, que los viernes ya acostumbra a presentar retenciones por la afluencia de conductores que van hacia destinaciones de montaña. En esta ocasión, algunos manifestantes han aprovechado el paro de los coches para entregarles un manifiesto con sus reivindicaciones. Según el Servei Català de Trànsit (SCT), la vía C-14 ha registrado marcha lenta entre Ponts y Vilanova de l'Aguda (la Noguera) en ambos sentidos de la marcha. También en la C-16 entre Urús (Baixa Cerdanya) y Guardiola de Berguedà (Berguedà) en sentido norte, y en la C-55 entre Cardona y Súria (Bages) en ambos sentidos.
Una marcha "exitosa"
Por otra parte, los payeses de las Terres de l'Ebre y de Castelló han calificado de "éxito" la marcha lenta de esta mañana por la N-340. Plataforma Pagesa ha calculado que unos 300 tractores procedentes del Montsià, Baix Ebre y Baix Maestrat han cortado durante dos horas la nacional, justo en el límite entre los términos municipales de Alcanar y Vinaròs. Finalmente, se han marchado hasta la entrada de la AP-7 de Vinaròs-Ulldecona, donde las columnas se han separado para volver a sus poblaciones.
A pesar de la lluvia, los agricultores se han mantenido firmes y han aguantado dos horas en el corte de la N-340. Los tractores se han unido para protestar contra la competencia desleal que sufren en la zona, que se dedica principalmente al cultivo de olivas, cítricos y de huerta. Así, han reclamado más aranceles y más inspecciones en los productos importados para salvar el sector. "Eso no se ha acabado, seguiremos presionando", ha afirmado José María Martorell, miembro de la plataforma.
Nuevas movilizaciones
Los payeses han denunciado que no todos los productos importados cumplen con las condiciones fitosanitarias que se les exige a ellos desde la Unión Europea: "Los consumidores tienen que saber que hay unos productos un poco más caros que son los nuestros y los envasados en España, que son productos que vienen de Marruecos o Egipto que no tienen las condiciones sanitarias que tenemos nosotros, puede llegar a ser tóxico para las personas, eso es peligroso para el consumidor y para la payesía y la payesía pequeña es la ruina total". Así se ha expresado Martorell, que ha asegurado que la situación del sector es "crítica".
Pero también es verdad que ha considerado que es "reversible" si el Gobierno "se pone las pilas" con más controles fitosanitarios de los productos que vienen de fuera, a la vez que ha reclamado "aranceles más adecuados" para que los productos de proximidad puedan ser competitivos. "Nosotros tenemos que cumplir con el salario mínimo, la Seguridad Social, con los riesgos laborales, los otros no cumplen nada; el consumidor no tiene la seguridad de que todo lo que come de fuera es totalmente natural como los nuestros", ha añadido. Finalmente, ha avisado de que habrá nuevas movilizaciones y ha puesto las miradas a las próximas elecciones europeas: "No se ha acabado aquí, no esperamos que en dos días nos atiendan, presionaremos al ministro; y los agricultores tendremos que mirar muy bien a quién votamos y defendemos porque de las votaciones saldrán los que nos dictarán a nosotros".