Marruecos ha suspendido una cumbre con el alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, por haber querido contentar a Argelia. Borrell, en una entrevista con la televisión, intentó esta semana acercar posiciones con los argelinos en plena crisis del gas afirmando que el futuro del Sàhara Occidental tal pasa por una consulta. El exministro socialista y ahora alto representante de la UE aseguró al programa 'La Hora de La 1' que "la posición que tiene el Gobierno era y es la de la UE; defender la realización de una consulta para que el pueblo saharaui sea quien decida cómo quiere que sea su futuro". Este posicionamiento fue deplorado por Marruecos, que incluso llegó a decir que esperaba que se tratara de un "lapsus". En consecuencia, el ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita, ha cancelado una reunión bilateral que estaba prevista para septiembre en Rabat con Borrell alegando que el encuentro es "inapropiado".
Josep Borrell: "La posición que tiene el Gobierno español era y es la de la UE, es decir, defender la realización de una consulta para que sea el pueblo saharaui quien decida cómo quiere que sea su futuro"#LHJosepBorrell
— La Hora de La 1 (@LaHoraTVE) Augusto 23, 2022
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De hecho, Borrell matizó sus palabras al día siguiente, una vez visto la metedura de pata. En una entrevista con EFE corrigió la afirmación y defendió que la solución del problema del Sáhara "pasa por una solución acordada entre las partes", Marruecos y el Sáhara Occidental, y "en el marco de las resoluciones de las Naciones Unidas".
Desde Rabat, Mohamed VI está muy satisfecho con el cambio de discurso que la Moncloa certificó con una carta antes del verano donde reconocía la autonomía del Sáhara a Marruecos, y por tanto lo consideraba territorio marroquí. El rey marroquí declaró que el giro español era "positivo" y aseguró que "no se verá afectado por las condiciones regionales ni por cambios internos". Pero, en cambio, con la intervención de Borrell, todo se volvía a tambalear, i así se ha acabado suspendiendo una reunión con el alto cargo de la UE, por su posición disonante con lo que España había postulado.
Se tiene que entender la reacción de Marruecos porque el Frente Polisario celebró las declaraciones de Borrell. Después de que este grupo revolucionario saharaui rompiera contactos con el ejecutivo español en marzo, cuando Marruecos divulgó una carta del presidente español, Pedro Sánchez, envió a Mohamed VI donde España calificaba la propuesta marroquí de autonomía por el Sáhara como una base "más seria, realista y creíble" para resolver el conflicto. Ahora, los representantes saharauis han manifestado su bienestar con Borrell porque vuelva a hablar específicamente de un referéndum, que plantea a la ONU desde una resolución de 1979. La representación en Europa del Polisario dijo que las "valientes" palabras de Borrell reflejan "el fracaso de todos los planes o propuestas" que pretendan "imponer una solución al margen de la voluntad" del pueblo saharaui. "Damos la bienvenida a esta declaración con el deseo de que se materialice en hechos contraídos", aseguraron.
De esta manera, con el argumentario de Borrell, se ha abierto una nueva fuente de conflicto entre Marruecos, España, el Sáhara y Argelia. Para entender este giro repentino de Borrell, hay que recordar que el ejecutivo español está comandando unas duras negociaciones con el presidente francés, Emmanuel Macron, para conectar la península Ibérica con Francia a través de los Pirineos, para distribuir el gas argelino. Es por eso que el alto representante de la UE podría estar queriendo acercarse a Argelia para facilitar las relaciones diplomáticas con España. Ya que Argelia pide la libertad llena y la soberanía del pueblo saharaui.