Aparecen unos 157 delfines varados en una playa remota de la isla de Tasmania, en el sur de Australia. Las autoridades locales han detallado que los equipos de veterinarios expertos en animales salvajes han intentado reflotar a unos 90 delfines que habían sobrevivido cerca del río Arthur, a unos 400 km de la capital del estado de Tasmania, Hobart. Muchos de ellos han quedado semienterrados o varados cerca de zonas rocosas. El departamento ambiental de Tasmania ha indicado esta mañana que, del total, 21 delfines han muerto y 136 siguen con vida. El viento y el fuerte oleaje han impedido que la operación de retorno de los animales al agua acabara con éxito y los animales, desorientados, han vuelto a la arena. El biólogo Kris Carlyon ha explicado que tendrán que practicar la eutanasia a estos cetáceos para evitar que sufran. "Todos los delfines que quedan vivos serán sacrificados. Cuanto más tiempo estén varados estos animales, más sufrirán. Todas las opciones alternativas han resultado infructuosas. La eutanasia siempre es el último recurso", ha afirmado.
Più di 150 #delfini si sono spiaggiati su una spiaggia dell'isola australiana della #Tasmania, secondo i responsabili della protezione ambientale, che hanno denunciato la morte di diverse decine di loro mercoledì. pic.twitter.com/miWRNYFNdK
— askanews (@askanews_ita) February 19, 2025
Falsas ballenas asesinas
Las autoridades han reconocido que desconocen el motivo por el que han llegado estos delfines, una especie conocida como falsas ballenas asesinas u orcas negras, por la forma de su cráneo, que es parecido al de una orca. Las falsas orcas pueden medir hasta 6 metros de largo y se las conoce como una especie altamente social que se congrega en grupos de 50 o más. Los expertos señalan que es difícil de explicar que hayan llegado hasta esta zona porque es muy inaccesible.
Wildlife rangers will begin shooting 90 dolphins stranded on a remote Australian beach, saying the stressed creatures will be euthanised after attempts to refloat them failedhttps://t.co/1kh0OL1I5Q pic.twitter.com/icX87LAbkz
— AFP News Agency (@AFP) February 19, 2025
El encallamiento de cetáceos es un fenómeno por el que delfines y ballenas se varan, habitualmente, en una playa. Los animales mueren a causa de la deshidratación, o incluso aplastados por su propio peso o ahogándose cuando la marea les llega al espiráculo. Los expertos apuntan a la posibilidad de que las ballenas se dirijan a zonas poco profundas atraídas por los sonidos de los grandes fuselajes o guiadas por un jefe de grupo que sufre alguna enfermedad y se ha desorientado. Sin embargo, el "suicidio colectivo" de cetáceos es un fenómeno que causa incertidumbre, ya que se desconoce el motivo real por el que estas especies acaban expuestas en la superficie de algunas playas de todo el mundo.
Durante el 2020, 470 ballenas piloto quedaron varadas al oeste de Tasmania, de las cuales solo pudieron salvarse un centenar, que fueron acompañadas a alta mar. En 2022, 230 ballenas más quedaron encalladas en otra playa remota de la misma isla. La mitad de ellas murieron.