El parque marino mayor de Europa, Marineland, situado cerca de Cannes, cerró las puertas este domingo 5 de enero y busca como realojar a 4.000 animales, especialmente dos orcas, Wikie, de 23 años, y su hijo Keijo, de 11, con un destino mucho más complicado, y que podrían trasladarse a las islas Canarias.
El último espectáculo del parque tuvo lugar este domingo, último día de las vacaciones de Navidad, y pone fin además de medio siglo de actividad del parque, abrió en 1970 y está situado en la turística ciudad costera de Antíbol, en la Costa Azul. Una ley de 2021, que prohíbe a partir de 2026 los espectáculos con cetáceos y el descenso progresivo del número de espectadores, que en los últimos diez años ha pasado de 1,2 millones anuales en 425.000, han llevado la dirección del parque a tomar la decisión de adelantar|avanzar su cierre.
Según reconocen los responsables del Marineland d'Antíbol, sin Wikie y Keijo, su parque perderá gran parte del atractivo. En un comunicado publicado en diciembre aseguran que el 90% de los visitantes acudían a presenciar los espectáculos con orcas y delfines, por lo cual dicen que la nueva legislación "nos impone el cierre".
"El público ha evolucionado en su visión de este tipo de espectáculos con animales... que no son naturales", ha afirmado la ministra de Transición Ecológica francesa, Agnés Pannier-Runacher, en declaraciones al canal BFM. "Es una tendencia que emerge a escala internacional", y ha señalado que su departamento estudia, junto con la dirección del parque, las posibles opciones para las dos orcas.
Las opciones son Japón o las Canarias
Una posible opción sería enviarlas a otro parque marino, a Japón, o a Tenerife, en las Canarias. La ministra se opone a autorizar el viaje hasta Japón porque su estado de salud es muy frágil y exponerlas a un traslado de miles de kilómetros "comportaría un riesgo muy importante para su vida".
Sobre la posibilidad de llevarlas a un parque marino de las islas Canarias tampoco se ha concretado nada, aunque es la medida que toma más fuerza. La opción de liberar en un entorno natural a Wikie y Keijo ha quedado completamente descartado, ya que se considera que no podrían sobrevivir sin la ayuda de los humanos después de pasar toda la vida cerradas a las piscinas del parque marino.
A todo eso hay que sumar el problema de que los gestores del parque no saben dónde ubicar o qué hacer de los más de 4.000 animales que viven en sus instalaciones.
Denuncias de entidades animalistas
La entidad animalista Faada denunció hace unos meses la muerte en cautividad de dos orcas en este mismo parque. Uno de los cetáceos muertos, el Inouk, había nacido en 1999 dentro del parque y vivió en cautividad hasta el día de su muerte, aunque grupos de defensa de los animales intentaron que viviera los últimos años en un santuario animal.
Sobre el traslado de Wikie y Keijo, la asociación de protección animal One Voice, mucho activa en este caso, ha planteado la opción de un santuario natural en la provincia canadiense de Nueva Escocia, si bien este todavía no está en funcionamiento.