El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha solicitado la intervención del ejército español en las tareas de ayuda a los afectados por la DANA. Más allá de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que ya está participando, Mazón ha reclamado en el Ministerio de Defensa que se incorporen a las tareas de rescate "los efectivos disponibles de tierra, mar y aire". De esta manera, apunta, se podrán reforzar las "tareas logísticas y de distribución de ayuda" en la población afectada por la DANA.
Pocos minutos después, el mismo Mazón, que enfrenta graves críticas por|para la gestión de la catástrofe, ha asegurado que se le ha comunicado que a las ocho de la mañana de este viernes "una primera ola|oleada" de efectivos del UME se incorporará a las tareas de día. El presidente de la Generalitat Valenciana, después de hablar con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se incluirá al equipo CECOPI del 112 para mejorar la coordinación operativa dentro del órgano de control.
El gobierno español ha informado horas más tarde de que enviará otros 500 militares del UME al País Valenciano. Actualmente ya hay 1.200.
Manifestación contra Mazón
Por otra parte, más de una veintena de organizaciones sociales, cívicas y sindicatos han convocado una manifestación en Valencia el próximo 9 de noviembre a las 18 horas para "exigir la depuración de responsabilidades por la gestión deficiente" de la DANA, que ha afectado gravemente a varias comarcas de la Comunidad Valenciana, dejando un balance de 155 víctimas mortales. Entidades como Acció Cultural del País Valencià o la Intersindical Valenciana han señalado la "grave falta de capacidad y eficiencia" del gobierno valenciano, que ha respondido con "más de 12 horas de retraso" lo que empeoró la respuesta a la catástrofe meteorológica. La marcha saldrá de la plaza del Ayuntamiento de Valencia y recorrerá las calles hasta llegar al Palau de la Generalitat, informa la agencia ACN.
Además, destacaron la responsabilidad del conseller de Educación, José Antonio Rovira, quien mantuvo abiertos los centros escolares de las áreas afectadas cuando en algunos lugares ya se iba la luz, "poniendo en peligro la integridad de los niños y los niños docentes". Las entidades lamentaron que la "inoperancia continúa" porque este jueves se suspendieron las clases de zonas inundadas de la provincia de Castellón después de haber comenzado el horario lectivo.