"Aliviar la angustia que se produce cuando dejas de fumar" y una "reducción gradual de la dependencia de la nicotina mediante el alivio de los síntomas de abstinencia". Estos son los beneficios de Todacitan, según constan en el prospecto de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y que desde febrero supuso un antes y un después para las personas que querían dejar de fumar en todo el estado, ya que se trata de un producto subvencionado por el servicio público de salud y, por lo tanto, con un coste mucho más reducido que el resto de opciones que hacían que abandonar el tabaco no estuviera al alcance de todo el mundo. Su precio sin bonificar podía rozar los 200 euros, pero mediante la receta del Servicio Nacional de Salud, los pacientes de la sanidad pública tenían acceso sin coste, en el caso de los pensionistas, o con el porcentaje de copago que establece la ley según la renta y situación socioeconómica. Con este precio, mucho más accesible que otras opciones, no es de extrañar que el Todacitan se haya agotado en las farmacias de toda España: tal como consta en el Centro de Información Online Sobre Medicamentos (CIMA), sufre problemas de suministro.
¿Cómo funciona este medicamento que ha causado auténtico furor por su eficacia en poco tiempo y su coste reducido? Su principio activo es la citisina, un alcaloide análogo a la nicotina y que, por lo tanto, es identificado por los mismos receptores y ocupa su lugar en el cuerpo, impidiendo que la nicotina haga su efecto. La principal diferencia es que la citisina no provoca adición, al menos en periodos cortos, como serían estas tres semanas y media que dura el tratamiento. Durante los 25 días se toman hasta 100 comprimidos orales, con dosis diferentes según se va avanzando en el proceso.
29.000 lotes prácticamente a punto para las farmacias
Este medicamento se empezó a comercializar en Europa en 2013, pero no llegó a España hasta noviembre de 2018, cinco años más tarde. Desde entonces y hasta el mes de febrero, cuando era un tratamiento más para dejar de fumar a un precio elevado (hasta 200 euros) y que no era bonificado, la CIMA no advertía de ningún tipo de problema en su suministro, pero la situación cambió radicalmente y, uando el ministerio de Sanidad empezó a financiarlo, se agotó en cuestión de días. Parece, pues, que el problema de dejar el tabaco no es cuestión de voluntad, sino también de precio. A pesar de estos "problemas de suministro", los clientes de las farmacias siguen preguntando por el producto que podría suponer un antes y un después en su relación con el tabaco.
Aflofarm, la farmacéutica que fabrica el medicamento en cuestión, ha asegurado a La Vanguardia que no tienen ningún problema de capacidad de producción, stock o falta de principios activos. De hecho, tienen preparado un lote de 29.000 unidades a punto para ser comercializado en España, pero que está bloqueado por un problema de etiquetado. Cuando este quede liberado, defienden, se dará respuesta a la demanda que hay en la farmacia.