Cerco de Ryanair contra el alcoholismo en los aeropuertos. La aerolínea irlandesa ha pedido a las autoridades de la Unión Europea que tomen medidas para limitar la venta de alcohol en los aeropuertos para evitar que algunos pasajeros embarquen borrachos ocasionando problemas en los vuelos. Así lo ha detallado Ryanair en un comunicado, donde defiende que algunas compañías aéreas, como la suya, ya han decidido restringir y limitar la venta de alcohol a bordo de los aviones, especialmente a los pasajeros problemáticos. En este sentido, señalan que durante los retrasos de los vuelos los pasajeros aprovechan y consumen alcohol en exceso sin ningún límite a la hora de comprar y consumir. Ante este escenario, la compañía considera incomprensible que no se limite el consumo de bebidas alcohólicas a los pasajeros a los aeropuertos —utilizando la tarjeta de embarque— de la misma manera que se limita la venta de tiendas libres de impuestos. Ryanair apunta que este hecho "propiciaría un comportamiento más seguro y mejor de los pasajeros a bordo de los aviones y una experiencia de viaje más segura para los pasajeros y las tripulaciones de toda Europa".

Un incidente de 15.000 euros

Ryanair defiende que limitando el consumo de alcohol se evitarían los conflictos en los aviones derivados del exceso de alcohol como el protagonizado por un pasajero el año pasado cuando su comportamiento obligó al piloto a desviarse y a quien la compañía le reclama más de 15.000 euros por daños y perjuicios. En concreto, el suceso se produjo el pasado 9 de abril en un vuelo entre Dublín y Lanzarote, cuando el comportamiento de un pasajero problemático obligó el avión a desviarse en Oporto. A consecuencia de las restricciones horarias de la tripulación, el avión, la tripulación y los 160 pasajeros de la aeronave se vieron obligados a dormir en la ciudad portuguesa. Ryanair tuvo que asumir los gastos de alojamientos y comer. Además, tuvo que proporcionar un avión y tripulación adicional para operar el vuelo retardado de retorno de Lanzarote a Dublín, que fue el 10 de abril. En este caso, la Fiscalía de Portugal dictaminó que, dado que el avión y el pasajero son irlandeses, el caso tenía que trasladarse a su país de origen. Y la compañía de Michael O'Leary ha iniciado un procedimiento civil contra este pasajero en los tribunales irlandeses para recuperar la cantidad perdida. 

Después de este suceso, la compañía aérea ha avisado de que lanzará una "importante ofensiva contra la mala conducta" y que tomará medidas "personalmente" contra los "pasajeros conflictivos". El suceso con este pasajero obligó a "mantener durante toda la noche" en el aeropuerto portugués a 160 pasajeros que "sufrieron un trastorno innecesario, así como la pérdida de un día entero de sus vacaciones" por culpa de un comportamiento "totalmente inexcusable e inaceptable". El pasado mes de agosto, O'Leary ya planteó la posibilidad de que los pasajeros solo puedan consumir dos bebidas alcohólicas en los aeropuertos para evitar incidentes antes y durante los vuelos. El directivo recordó que los casos de altercados con violencia a bordo de los aviones suceden ahora con mucha más frecuencia, sobre todo en unas ciertas rutas en destinos vacacionales.