Este año los padres cumplen 29 años de casados, mi hermana Mireia y yo no sabemos qué regalarles, lo hemos hecho todo. Desde un almuerzo en ese restaurante tan bueno, hasta el cuadro que le hacía tanta ilusión a mamá. Pero este fin de semana, rebuscando entre las fotografías que tienen de jóvenes, he encontrado la solución: ¡un día en PortAventura World! Lo más especial de todo es que, al igual que nuestros padres, el resort también tiene 29, ¡nos queda todo redondo para hacer una celebración doble!

Los papas fueron justo cuando se inauguró, recién casados ​​hace 29 años: las fotos con el sombrero de cowboy del papa frente al 'Long Branch Saloon' de Far West o la mama con cara de pánico en el 'Dragon Khan' son dignos de ver. Además, de pequeñas siempre nos traían con todos los primos, era el mejor día del año. Se lo he comentado a Mireia y le ha parecido tan buena idea que ya les ha convencido para ir este sábado.

La jornada ha dado para mucho, nos hemos levantado temprano para coger el coche e ir hacia Tarragona, los padres nos han descubierto cuando sólo llevábamos media hora de trayecto, pero les ha hecho tanta ilusión. Mireia y yo teníamos una idea muy clara: combinar atracciones con espectáculos y aprovechar para ver el parque decorado de Navidad.

Nada más llegar, hemos propuesto empezar el día subiendo a algunas de las atracciones que más nos gustaban a todos cuando éramos pequeñas. La primera parada, la mítica 'Stampida', en la zona del Far West. De hecho, los padres nos han explicado que cuando subieron pensaban que sería sólo para niños y les gustó tanto que su tradición es subir siempre los dos solos y comprar la fotografía. ¿Qué mejor que celebrar los 29 años de matrimonio con una nueva incorporación en el álbum familiar?


Hemos seguido nuestro trayecto sin movernos del Far West para descubrir una montaña rusa muy especial, 'Uncharted, El Enigma de Penitence', la búsqueda del tesoro más emocionante del lejano Oeste. La mama no ha podido definirlo mejor al bajar: es una pasada, con un montón de piruetas, subidas y bajadas y animaciones muy realistas.

Espectáculo Christmas Dream de PortAventura World. Foto: PortAventura World
Espectáculo Christmas Dream de PortAventura World. Foto: PortAventura World

Lo mejor de todo: es una montaña rusa totalmente interior. Las hermanas nos hemos apostado el almuerzo en que mamá sale en la foto con los ojos cerrados. Y, efectivamente, ha salido con los ojos cerrados y como soy la hermana inteligente, ¡no he tenido que pagar ni un centavo!

Hablando de comida, después de esta mañana de aventura hemos comido en el Racó del Mar, en la zona de Mediterrània. Sólo escribiendo el menú vuelvo a tener hambre: pizza para Mireia y para mí, la mítica paella valenciana con su chamuscado para papá y, como siempre, para mamá la dorada al horno, que es su plato preferido .

Por la tarde hemos ido a ver los espectáculos de Navidad y a dar un paseo por el parque. Siempre lo decoran tanto para celebrar los días de Navidad que volvemos a ser niñas con la misma ilusión de siempre, a los padres les ocurre lo mismo.

Los dos espectáculos que hemos elegido se encuentran en el área temática de China, así que sin movernos mucho hemos disfrutado de 'Christmas Dream', un extraordinario espectáculo en la fábrica de regalos de Papá Noel y de 'Bubble Magic Christmas': donde se crean burbujas de fantasía navideña.

Espectáculo Bubble Magic Christmas
Espectáculo Bubble Magic Christmas de PortAventura World. Foto: PortAventura World

Después de eso, hemos recuperado fuerzas para ir hacia la zona de México y subir a la 'Serpiente Emplumada'. Es mejor hacerlo habiendo digerido la comida, porque qué giros a gran velocidad da. Ha sido muy divertido. Solo os digo que, al bajar, el papa iba haciendo zigzag de las vueltas que le daba todo.

Eso sí, el día no podía terminar sin la atracción preferida de los cuatro; 'El Diablo Tren de la Mina', también en el área de México. En casa tenemos la tradición de dejarla la última y ver la puesta de sol mientras circulamos a toda velocidad por la antigua mina colonial, cargada de plata mexicana. Los gritos y la adrenalina han sido el punto y final de un día mágico.

Mientras íbamos hacia la salida del parque, en la zona del Mediterráneo, nos hemos encontrado con un regalo navideño muy mágico. Los papas andaban abrazados y sonriendo todo el rato, cuando nos hemos cruzado con el desfile de Navidad, 'Christmas Parade'. Con todo el ambientazo, nos animamos y pudimos disfrutar también de 'La Legada de los Emisarios Reales', dos espectáculos espectaculares a la hora de despedida del parque, no quiero contarnos nada más, sólo tienes que vivirlos.

Con Mireia hemos dicho al unísono que este año hemos encontrado el regalo perfecto para los padres; ya tenemos una nueva tradición de celebrar cada aniversario de bodas en PortAventura World.