Las memorias del secretario de Benedicto XVI, Georg Gänswein, han levantado polvareda en el Vaticano. La cosa es que este jueves se ha publicado el libro Nient'altro che la verità (Nada más que la verdad, en castellano), en el cual el monseñor alemán se ha abstenido de esconder críticas al papa Francisco. El objetivo del texto es contradecir "las maliciosas calumnias y oscuras maniobras que trataron en vano de lanzar sombras sobre el magisterio y las acciones del papa alemán", cosa que se convierte en un arma arrojadiza contra el pontificado del papa argentino. Queda claro que las memorias han provocado irritación dentro de los muros vaticanos.
Es en este contexto que Gänswein fue citado el lunes a una reunión secreta con el papa Francisco, de la cual no se ha sabido el contenido. Sin embargo, algunas fuentes han apuntado a un decepcionado pontífice que pidió discreción en estos días al histórico secretario de Benedicto XVI. Desde la ventana del Palacio Apostólico, el argentino ya avisó en el Ángelus del domingo que "el chismorreo es un arma letal que mata". "Mata el amor, la sociedad y la hermandad", dijo en un mensaje que se interpretó como una supuesta reacción al libro del monseñor alemán.
Las memorias constan de 336 páginas en las cuales el secretario y leal colaborador de Joseph Ratzinger desde el 2003 hasta su muerte se concentra en la particularidad de la última década: la inusual convivencia de dos papas. Por una parte, el emérito Benedicto XVI — retirado desde su histórica renuncia el año 2013 e ídolo del sector más conservador. Por otra, el sucesor Francisco — centro de los ataques. Es así como Gänswein confirma y critica la existencia de una pugna entre las dos corrientes por el control del Vaticano. De hecho, se refiere a este fenómeno con el término italiano tifoserie (fanáticos del fútbol). También revela que el papa emérito consideró un error el documento "Traditionis Custodes" con el cual Francisco limitó las misas en latín (propias de tiempos previos al Concilio Vaticano II), cosa que molestó a los miembros más tradicionalistas de la Iglesia católica.
Más allá del conflicto interno, el monseñor alemán carga directamente contra el argentino por su caída en desgracia como prefecto de la Casa Pontificia — uno de los cargos más importantes de la Curia. ¿Qué pasó? Si bien mantiene el cargo, Gänswein fue relevado de sus funciones después de una controversia surgida el año 2020 con la publicación de un libro cardenal Robert Sarah y el papa Francisco le pidió que desde entonces se encargara exclusivamente de cuidar de Ratzinger en su retiro en el monasterio vaticano de Mater Ecclesiae (donde vivía desde mayo del 2013, cuando renunció al cargo). La petición lo dejó "en estado de choque y sin habla", según explica a las memorias.
El entorno del Vaticano carga contra Gänswein
En esta línea, parece que el secretario de Benedicto XVI tendrá que abandonar la residencia del difunto papa emérito. Así lo informan este jueves medios católicos alemanes, según los cuales Gänswein recibió un escrito firmado por el papa Francisco en el cual se le comunicaba que tiene que abandonar el monasterio Mater Ecclesiae el próximo 1 de febrero. El monseñor alemán no ha escrito sobre esta cuestión concreta, pero sí que ha revelado que el pontífice argentino le pidió que no se mudara a la tradicional residencia del prefecto de la Casa Pontificia con el fin de cederla a otro inquilino. Todo cuando él ya había empezado la mudanza cabe allí.
Si bien el libro se ha publicado este jueves, es verdad que durante los últimos días se ha revelado parte del contenido de las memorias. Es por eso que el entorno del Vaticano ha cargado en demasiado contra Gänswein, como es el caso del cardenal alemán Walter Kasper (próximo a Ratzinger). "Habría sido mejor callarse. Ahora no es el momento de cosas así", ha criticado Kasper en una reciente entrevista.
Más críticas al secretario de Benedicto XVI
El también cardenal alemán Gerhard Müller ha asegurado que los conflictos en la Iglesia católica "siempre han existido, pero en un clima de discreción y reparados por el Papa". Y eso que Müller fue relevado de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe el año 2017 por parte de Francisco. También ha recordado que el año 1968 Pablo VI destituyó al arzobispo de Bolonia (norte) Giacomo Lercaro después de una fractura de la Curia por la guerra de Vietnam: "Fue traumático, pero no dijo nada. Aunque Lercaro no era Gänswein".
En una carta abierta de un sacerdote de la diócesis de Bérgamo (norte), Alberto Varinelli, se pedía al secretario de Benedicto XVI que "bloquee inmediatamente" la publicación del libro. "Como bien sabe, este texto es muy esperado por los sectores hostiles al papa y, si hay ataques a Francisco, hará mucho mal a la unidad de la Iglesia". En este sentido, el cardenal jesuita italiano Gianfranco Ghirlanda ha reconocido que "toda esta situación ha sido utilizada por los grupos que nunca han aceptado al actual pontífice". Es por esto que el medio católico alemán Die Tagespost ha llegado a decir que Gänswein ha intentado evitar la publicación de sus memorias... pero ya era tarde. El libro se ha publicado este jueves y ahora habrá que ver qué consecuencias tendrá.