Situación preocupante y alarmante: así es como radiografía la Cámara de Propiedad Urbana de Barcelona el estado del mercado inmobiliario en la ciudad de Barcelona. En una rueda de prensa este jueves, desde la entidad han señalado que hay cinco viviendas en compraventa por cada una de alquiler, una ratio que se sitúa en "mínimos históricos", según ha expuesto Òscar Gorgues, gerente de la Cámara de Propiedad Urbana de Barcelona. En este sentido, ha recordado que, antes del inicio de la pandemia, había una oferta de 1,5 viviendas en venta por una de alquiler. A lo largo de la pandemia, se había llegado a la proporción de un domicilio en compraventa por uno de alquiler. En cifras concretas, en el portal Idealista, había 9.936 viviendas de alquiler el marzo de 2020 —llegando hasta 19.348 en septiembre de 2020—; mientras que este año hay 4.473. Paradójicamente, en marzo de 2020, en la misma plataforma, constaban 18.068 viviendas en venta; mientras que actualmente hay 19.428. El incremento de la ratio es del 369%.
Así pues, Gorgues ha explicado que se ha registrado un descenso del 55% de la oferta de viviendas de alquiler en dos años, una caída que llega al 76,8% si se compara con la cifra de oferta de alquiler en la capital catalana en septiembre de 2020. En comparación con otras ciudades españolas, como Madrid, Valencia y Sevilla, el gerente de la Cámara de Propiedad de Barcelona ha indicado que, desde enero de 2019, la tendencia ha sido muy similar en todas ellas. El pico de precios de alquiler llega en mayo de 2020 y, con el impacto de la pandemia de la covid-19, estas rentas bajan y no repuntan hasta finales de 2021. Sobre el efecto de la ley de contención de rentas —recientemente, el Tribunal Constitucional ha anulado parte del articulado de esta normativa—, Òscar Gorgues ha precisado que "el comportamiento de los alquileres en Barcelona y Madrid presentaba bastante semejanza hasta octubre de 2021, cuando los precios de la ciudad barcelonesa van hacia arriba, mientras que en la capital del Estado se mantenían relativamente estables". En esta línea, ha destacado que la ley de contención de rentas ya estaba en marcha, dado que se aprobó en septiembre de 2020. "Los precios respondieron mejor en Madrid sin tener una ley de contención", ha remachado.
"Alegría amarga" con la anulación de control de alquileres
Por su parte, el presidente de la Cámara de Propiedad Urbana de Barcelona, Joan Ràfols, ha subrayado que la sentencia del TC, que ha anulado parte de la ley de contención de rentas, era "ampliamente esperada en el sector" y que "no ha sido ninguna sorpresa". En este sentido, ha querido recordar el informe del Consell de Garanties Estatutàries, que ya especificaba que "la fijación de la renta y el sistema de actualización de estas forma parte de la legislación básica del Estado". Ante este escenario, Ràfols ha sostenido que la situación es "de alegría amarga", porque la resolución es "coherente con lo que está pasando en materia de arrendamientos urbanos en el marco de la Unión Europea, y es que no hay ningún precedente de una legislación tan incisiva en esta cuestión como la de Catalunya". Por la otra cara de la moneda, Joan Ràfols se ha mostrado preocupado porque "ha habido una auténtica restricción de la oferta de alquiler por la falta de confianza generada por la contención de rentas". El presidente de la Cámara de Propiedad Urbana de Barcelona ha añadido que "esta desconfianza hace que los pequeños propietarios estén retirando las viviendas del alquiler y los destinen en venta y que, en el caso de los llamados fondos buitre, que tienen capacidad de inversión, no hagan nueva vivienda de alquiler".
Paralelamente, Ràfols ha criticado que el president Pere Aragonès haya recibido sólo al Sindicat de Llogateres: "Desde las cámaras, APIs y los administradores de fincas, hemos pedido en repetidas ocasiones reunión con el president para hablar de este tema, pero él se ha reunido exclusivamente con el Sindicat de Llogateres". Por último, ha apuntado que, desde su perspectiva, la fijación del alquiler social obligatorio "es mucho más que la contención de rentas" y ha alertado sobre sus posibles "efectos". Justamente al respecto también se ha pronunciado Òscar Gorgues, que cree que "no es bueno regular los precios, sino que se tiene que trabajar sobre el incremento de la vivienda protegida e incorporar en este terreno la iniciativa privada".