El mundo casteller ha celebrado este miércoles la noticia que más estaban esperando. Mia, la niña de 7 años de la Colla Vella dels Xiquets de Valls que resultó herida durante la festividad de Sant Fèlix celebrada el viernes 30 de agosto en Vilafranca, ya está en casa. La Vella lo ha anunciado en un comunicado conjunto con la familia de Mia y la Coordinadora de Colles Castelleres de Catalunya, en el que se ha congratulado de que la pequeña haya recibido el alta médica y se han mostrado "inmensamente agradecidos por la evolución tan positiva y rápida que ha tenido desde la caída del pasado viernes". En el comunicado conjunto, se explica que "después de un periodo de recuperación en el Hospital, donde fue trasladada primero a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y posteriormente a planta, Mia acabará la recuperación en casa y el equipo médico que la trata no espera secuelas a largo plazo".

Transparencia y agradecimientos

Desde el primer momento, la Colla Vella y la familia han mantenido una postura de transparencia con respecto al estado de Mia, conscientes de que el caso había suscitado una gran atención y preocupación en la sociedad catalana, dadas las grandes muestras de afecto que han ido mucho más allá del mundo casteller. De hecho, se ha querido aprovechar este último comunicado para "expresar nuestro agradecimiento profundo a todas las personas, entidades e instituciones que nos han hecho llegar sus muestras de apoyo y afecto en estos días. Vuestra solidaridad ha sido un pilar fundamental en estos momentos, y estamos inmensamente agradecidos". El comunicado acaba con un apunte de la familia de Mia, que "con esta buena noticia quiere compartir su alegría y agradecer de nuevo a todo el mundo que ha estado a su lado". Entre las personalidades que deseó una pronta recuperación a Mia estuvo Josep Rull, el president del Parlament, que siguió la diada desde el balcón del ayuntamiento de Vilafranca i pudo ver en directo la caída de la pequeña.

A través de los comunicados que la Colla Vella Xiquets de Valls ha ido haciendo públicos se ha podido seguir la evolución de la niña, desde que se produjo la caída del 4de9sf que estaban descargando y resultó herida en la cabeza y evacuada en un helicóptero medicalizado. Mia fue trasladada al hospital Sant Joan de Déu en estado grave, pero estable, y en el primer comunicado se informó de que la pequeña había sido intervenida quirúrgicamente de urgencia del fuerte golpe en la cabeza que le provocó un traumatismo craneoencefálico grave con fractura craneal con hundimiento y fractura orbitaria. El domingo, la pequeña ya fue despertada y pudo hablar con su familia. Este lunes también informaron de que Mia estaba teniendo una evolución muy buena y rápida y que ya había salido de la Unidad Intensivas (UCI) y fue trasladada a planta, una buena señal de la recuperación que este miércoles ha culminado con el alta médica y la marcha a casa con su familia.

La Colla Vella también ha aprovechado este suceso para hacer una tarea pedagógica sobre los protocolos de seguridad que se aplican en el mundo casteller para minimizar los riesgos de lesiones. Uno de estos es el uso del casco, que en este caso, ha resultado primordial para evitar que Mia tuviera lesiones todavía más graves. "Queremos subrayar la importancia primordial del uso del caso casteller por parte de los chiquillos de las collas. El accidente ocurrido en Sant Fèlix ha evidenciado una vez más la función crucial que ejerce este elemento de protección. El casco cumplió su misión de manera efectiva, ayudando a minimizar las consecuencias de la caída y garantizando un pronóstico mucho más favorable para Mia.

Se investigará la caída para valorar más medidas

Además, el accidente de Mia también será analizado por la Junta de la Coordinadora de Colles Castelleres de Catalunya (CCCC) y el Àrea Mèdica y Salut del organismo para "entender mejor las circunstancias de la caída, valorar las medidas de seguridad existentes e identificar posibles mejoras por minimizar riesgos en el futuro", en el marco del compromiso que la coordinadora tiene con la seguridad de todos los castellers y castelleres para garantizar la práctica segura "de esta tradición tan arraigada a nuestra cultura de hace más de 230 años".