Miles de personas han llenado este sábado el paseo de Lluís Companys de Barcelona para celebrar el Pride!, el acontecimiento festivo y reivindicativo de los derechos LGTBIQ+ que se celebra en torno al 28 de junio, Día del Orgullo, pero que este año se ha retrasado en septiembre por la pandemia e igualmente se ha intentado adaptar a las normas de la covid-19.
Así, los organizadores habían cambiado la tradicional manifestación por una concentración, que ha acabado siendo una congregación multitudinaria. "El Pride! sigue siendo la fiesta más grande de la diversidad. La gente tiene muchas ganas de salir y reivindicar sus derechos, que son derechos humanos," ha dicho Maria Giralt, de la organización. El mensaje central de este año ha sido contra el estigma del VIH.
Unas 5.500 personas se han congregado en el paseo de Lluís Companys, según datos facilitados por la Guàrdia Urbana de Barcelona (GUB). Durante el día se habían programado varias actividades, como la muestra de entidades, y a las 7 estaba prevista una concentración, que ha acabado siendo una congregación multitudinaria y muy festiva, con una actuación de dj, y con muy pocas distancias físicas.
El estigma del VIH
El Pride! Barcelona de este año se ha centrado en el estigma y la discriminación que sufren las personas con VIH y que es una forma de LGTBIfobia, ha recalcado Giralt, directora del área social de Pride Barcelona. "La serofobia, la discriminación por motivos de estatus serológico positivo, es una realidad", han afirmado los organizadores en el manifiesto.
Las entidades que han promovido el manifiesto piden que "se destinen los recursos suficientes" para incrementar el número de pruebas de VIH; ampliar el alcance del cribado y tratamiento de otras enfermedades de transmisión sexual (ITS) y, especialmente, para la logística de la dispensación, seguimiento y controles médicos que exigen los protocolos de la PrEP -la pastilla preventiva del VIH, la llamada profilaxis preexposición. También han reclamado que se destinen los recursos adecuados para implementar las medidas del Pacto social contra el estigma y la discriminación de las personas con VIH.
Otro de los mensajes en que han incidido en el manifiesto es que las personas con VIH que se encuentran en tratamiento y que tienen una carga viral indetectable durante más de seis meses no transmiten el VIH.
En declaraciones a los medios, Giralt ha pedido a toda la sociedad defender los derechos de las personas LGTBIQ+, porque son derechos humanos, sobre todo ante los discursos populistas y de la extrema derecha y el aumento de las agresiones. La directora del área social ha señalado que cada vez hay más mecanismos para denunciar los ataques contra las personas LGTBIQ+.
La reivindicación del mundo de la moda
Elle, la revista de tirada mundial de moda, belleza y salud, ha dado un golpe encima de la mesa y ha desafiado la ley LGTBI-fòbica de Hungría. La revista se ha rebelado contra la ley que el pasado 15 de junio el Parlamento húngaro aprobó y que va en contra de los derechos humanos y más concretamente en contra de los derechos del colectivo LGTBI.
La legislación húngara decidió que no está permitido hablar de diversidad sexual y de género en los centros educativos, es decir, a menores de 18 años, ya que lo considera promover la homosexualidad o la disidencia de género, en el caso de las personas trans.
¿La respuesta de la revista? Tres portadas diferentes donde el protagonista es el amor entre tres parejas. Una de ellas la protagonizan Pál Márton y Hanol Ádám, dos activistas húngaros, y el mensaje es "Hogar, lealtad y familia. Estos también son nuestros valores".