Miles de personas se han concentrado esta tarde en la plaza de Sant Jaume de Barcelona para protestar contra la muerte de la perra Sota, abatida por un guardia urbano el pasado martes. En la manifestación convocada por la entidad SOS Animals Maresme y secundada por convocados por el partido animalista Pacma, se ha exigido el cese del jefe del cuerpo y se ha pedido a la alcaldesa, Ada Colau, "depurar responsabilidades". Al acto han asistido más de 3.500 personas, en una movilización inédita en este tipo de cuestiones.
La concentración tenía el objetivo de criticar las "explicaciones corporativas y confusas" que consideran que ha dado hasta ahora el consistorio y exigir la puesta en marcha de protocolos específicos para la protección de los animales. El pasado miércoles, centenares de personas ya llenaron esta misma plaza para exigir responsabilidades y evitar que el caso quedara impune.
¡Cientos de personas se concentran a esta hora en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona para pedir #JusticiaParaSota!
— PACMA (@PartidoPACMA) December 19, 2018
Su trágica muerte de un disparo a manos de un agente de la @barcelona_GUB no puede quedar impune. pic.twitter.com/5d723yn4wT
Según el relato policial, el agente disparó al perro después de que este lo atacara en los alrededores de la plaza de España de Barcelona. El animal habría saltado sobre el policía cuando este quiso identificar a su dueño, un chico sin techo. Tal como explica la Guardia Urbana,el perro habría empezado a morder el brazo del agente, que habría visto peligrar su integridad física.
Sin embargo, tanto el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (Pacma) como otras organizaciones han recibido varios testimonios contradictorios sobre el incidente. Uno de los más repetidos explica que la policía quiso detener al propietario del animal, que era un "habitual del barrio". Después de reducirlo entre varios agentes, el perro se habría puesto a ladrar nervioso y habría saltado sobre un policía, lo que provocó que este le disparara un tiro para defenderse.
Por otra parte, según ha podido saber El Nacional, el perro estaba siendo evaluado para formar parte de un proyecto social. La Fundació per a l'Assessorament i Acció en Defensa dels Animals (FAADA) llevaba meses detrás del propietario y del animal para incluirlos en el proyecto Millors Amics, que lleva a cabo la entidad en colaboración con los servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona.
Sin embargo, en un comunicado, la Guardia Urbana justifica la actuación del agente asegurando que no tenía más "opción" y que actuó "en defensa de su integridad física". Según el escrito, la intervención policial no se inició a raíz de una llamada previa pidiendo una actuación. Una patrulla que se encontraba en la zona se detuvo al ver un "perro desatado, sin bozal y con apariencia de raza potencialmente peligrosa deambulando solo" e identificó al propietario.