Fèlix Millet y Jordi Montull pidieron, por motivos de salud, no asistir a todas las sesiones del juicio. En un principio había 55 programadas desde el mes de marzo hasta finales de junio. El Tribunal ya dijo el primer día que se valoraría si se daba la dispensa una vez hubieran declarado todos los acusados y después de hacer unas pruebas médicas.
Justo cuando se acabaron las declaraciones, la magistrada Montserrat Comas ordenó a los médicos forenses del TSJC que examinaran a Millet i Montull, que justamente se hizo la semana pasada en las mismas dependencias de la Ciutat de la Justícia.
Los médicos forenses no creen que las patologías de Millet y Montull se agraven con la asistencia al juicio. Fèlix Millet tiene artropatía degenerativa con dolor y impotencia funcional. Aunque va con silla de ruedas, puede andar y sube y baja solo del coche cuando llega a los juzgados. Y Montull tiene una cardiopatía desde el 2014 y lleva un marcapasos. Según los peritos "no es previsible que agrave por la asistencia al juicio", y califica "de hipotética" la posibilidad de que el estrés psíquico del juicio los pueda descompensar.
Los abogados de Millet y Montull han insistido en reclamar la dispensa mientras que todas las acusaciones y también la defensa de CDC han pedido que los obliguen asistido a todas las sesiones. Y así lo ha hecho el Tribunal que considera que el juicio ha quedado reducido porque hay menos testigos y que las sesiones sólo son de mañana y acaban siempre a una hora prudencial.
Según el Tribunal, "no hay fundamento para la dispensa". Pero la presidenta Montserrat Comas ha puntualizado que "eso no quiere decir que se puedan autorizar dispensas puntuales por motivos de salud".