Fèlix Millet y Jordi Montull han entrado en la Ciutat de la Justícia por la puerta de atrás. Millet ha llegado tres minutos tarde. Ha entrado en las 9:33 con la silla de ruedas, y la americana que siempre se ha puesto desde 2009 para las comparecencias judiciales y sin hacer declaraciones.
Nadie ha abucheado a los principales acusados del principal caso de corrupción de Catalunya. Ni en la entrada ni en la salida. Sólo una nuve de periodistas los ha seguido hasta que han entrado en el coche. Algunos periodistas se han puesto, de hecho, prácticamente dentro del vehículo. Pero ninguna manifestación hostil hacia Fèlix Millet, que ha salido acompañado del máximo responsable de los Mossos d'Esquadra en la Ciutat de la Justícia y otro agente de paisano. Escoltado y vigilado por la policía y su abogado, Abraham Castro, que ha agradecido al cabo de los Mossos su deferencia. "Muchas gracias", le ha dicho Castro al Mosso cuando Millet ya estaba en el coche a punto para marcharse.
Jordi Montull ha llegado media hora antes del juicio. También ha entrado por la puerta de atrás, la de la avenida Carrilet. El mano derecha de Millet ha llegado con su abogado, Jordi Pina, y su hija Gemma Montull, para quien está negociando una rebaja de pena a cambio de inculpar a CDC.
Montull ha salido como un rayo de la Ciutat de la Justícia cuando se ha acabado la sesión. No ha esperado ni a su abogado ni a su hija, que han salido minutos más tarde, preguntando: "Dónde está Jordi"?. "Fuera", le hemos dicho a los periodistas. Se han encontrado todos en la puerta del detrás del edificio judicial.
Las acusaciones, por la puerta principal
Las acusaciones, en cambio, han entrado en la Ciutat de la Justícia por la puerta principal de Gran Vía. La FAVB ha llegado con su abogado Àlex Solà y con su exabogado, Jaume Asens, que tuvo que renunciar al caso porque ahora es concejal del Ayuntamiento de Barcelona, acompañados de Laia Serra, abogada también. El exdiputado de la CUP David Fernàndez y la actual diputada cupaire Eulàlia Reguant también les han acompañado. Asens, Fernàndez y Reguant, se han marchado una vez el juicio ha empezado.
Dentro de la sala, Millet ha aparcado la silla de ruedas y se ha sentado en la primera fila de butacas del salón de actos de la Ciutat de la Justícia, hoy habilitada como sala de vistas. Durante las 4'5 horas que ha durado la sesión no ha parado de salir para ir al lavabo.
A la salida, Millet sólo ha dicho una frase cuándo El Nacional le ha preguntado: "Sr Millet, como está"?. "En una silla de ruedas", ha respondido.
Problemas de sonido
El abogado de Ferrovial en el juicio del caso del Palau de la Música se ha quedado sin sonido varias veces a lo largo de su exposición en las cuestiones previas.
De hecho, hay problemas con el sonido desde que ha empezado la vista en la Ciutat de la Justícia, una de las infraestructuras que salen al sumario y que habría sido una de las infraestructuras de obra pública por la cual se pagaron comisiones con la implicación de Ferrovial.
No sólo Martell ha tenido problemas. Los micrófonos se han estado entrecortando continuamente durante las exposiciones de los abogados.