El más de medio millón de alumnos que el 12 de septiembre empezaron el curso acaban este viernes las clases. Tienen por delante 79 días de vacaciones para descansar de un curso marcado principalmente por la falta de conseller desde noviembre y hasta este mes de junio, en que Josep Bargalló ha tomado el relevo.
Este curso escolar se ha caracterizado por de la intervención del gobierno español, la paralización de proyectos, los ataques a la inmersión lingüística y las acusaciones de adoctrinamiento a los profesores. A raíz de estos casos, la comunidad educativa ha hecho frente común en defensa de la escuela catalana y ha salido la calle en varias ocasiones para pedir parar la represión de los maestros.
Además, este año, la ley Wert también ha sufrido un revés judicial. El Tribunal Constitucional (TC) ha declarado inconstitucional el decreto que preveía ayudas de 6.000 euros para las familias que escolarizaran a los hijos en centros privados si la escuela pública no les garantizaba el castellano como lengua vehicular. La sentencia también ha avalado el recurso de la Generalitat con respecto a la figura de la alta inspección pero ha dado la razón al gobierno español en el ámbito de las reválidas y le reconoce la competencia diseñarlas.
El curso 2018-2019 también ha sido marcado por la constatación de que la bolsa de interinos no ha podido asumir todas las sustituciones que se han ido produciendo a lo largo del curso, sobre todo durante la epidemia de la gripe y como medida excepcional, el Departamento ha contratado profesorado fuera de la bolsa y sin el master principalmente a las especialidades de catalán, castellano y matemáticas. Esta excepcionalidad se ha extendido para el próximo curso, ya que Enseñanza ha abierto la bolsa de interinos a estos profesores siempre y cuando se comprometan a obtener la titulación antes del inicio del curso 2021-2022.